Parecía imposible, pero el Barcelona fue todavía más superior al United en esta final de 2011 que en la disputada en Roma dos años atrás. Los culés controlaron la posesión, tuvieron las ocasiones y pudieron haber goleado a su rival. Con esta victoria, la tercera en seis años, el Barcelona suma su cuarta Copa de Europa de la historia, una más que los «red devils».
La sorpresa antes del partido fue la suplencia del capitán barcelonista, Carles Puyol, que se quedó en el banco, siendo sustituido por Javier Mascherano, reconvertido una vez más como defensa central. Por parte del Manchester, Ferguson presentó el mismo once que jugó el partido de ida ante el Schalke. La novedad estuvo en el banquillo, donde no estuvo Berbatov, relegado a la grada. Las horas del búlgaro en Old Trafford pueden estar contadas.
El United comenzó bien, como hace dos años, con Park Ji-sung cerrando a Dani Alves y Wayne Rooney ganando algún balón por alto a Mascherano. Durante 10 minutos, el Barcelona permaneció recluido en su campo, aunque sin sufrir en exceso.
Lionel Messi alternó su posición entre la punta de ataque y una situación algo más retrasada para entrar en contacto con el balón más a menudo. La defensa y mediocentro del Manchester no se molestaron en seguirlo con la idea de mantener su posición. El argentino fue entrando cada vez más en juego, hasta que a mediados de la primera parte, el Barcelona ya controlaba cómodamente el partido, combinando al borde del área rival mediante Xavi, Andrés Iniesta y David Villa con Messi siempre cerca de la acción. Rio Ferdinand tapó un disparo de Villa, tras pase de Messi, que parecía destinado a abrir el marcador.
Pedro Rodríguez falló la primera oportunidad clara del partido, después Villa disparó fuera por poco y más tarde Nemanja Vidic hizo una entrada magnífica sobre Messi que abortó una jugada clara de gol.
Giggs, que estuvo desaparecido todo el partido, cometíó un error que Messi no fue capaz de aprovechar. Eso propició la reacción furiosa de Ferdinand, clara muestra de la presión a la que estaban sometidos los «red devils». Como era previsible, dos minutos después llegó el primer gol. La defensa del Manchester concedió a Xavi tiempo suficiente para pensar. Tras echar varios vistazos y contemplar varias opciones, decidió habilitar a Pedro a su derecha con el exterior de la bota. El canario, totalmente solo, batió a Van der Sar por bajo.
Más de uno dio el partido por liquidado, como sucedió en Roma con el 1-0. O, mejor dicho, como sucede con cualquier equipo que empieza perdiendo contra el Barcelona. Sin embargo, solo siete minutos después del tanto inicial. Michael Carrick y Fábio da Silva recuperaron el balón tras un saque de banda del Barcelona, Rooney emprendió decidido una diagonal hacia el lado izquierdo, hizo la pared con Giggs (en ligero fuera de juego) y lanzó un magnífico disparo que superó a Víctor Valdés.
Barcelona | Man United | |
---|---|---|
12 | Disparos a puerta | 1 |
4 | Tiros fuera | 2 |
6 | Córners | 0 |
63% | Posesión | 37% |
5 | Faltas cometidas | 16 |
Antes del descanso, Messi tuvo otra ocasión clarísima, cuando Villa lanzó un pase de la muerte entre Van der Sar y la defensa que el argentino no llegó a rematar. Fue una jugada al mejor estilo Arsenal: toque, toque y toque cuando lo más fácil era disparar a puerta.
En la segunda parte, se acrecentó el dominio y superioridad barcelonistas hasta límites casi vergonzantes para los «red devils». Desde el momento en que Mascherano arrancó la segunda parte con una subida desde su propia área hasta el área de penalti del United, hasta el minuto 54 en que Messi adelantó de nuevo al Barcelona, el United apenas fue capaz de tocar el balón. El Barcelona no se dedicó a tocar en su propio terreno o a mover el balón horizontalmente como a veces hacen. Crearon ocasiones claras y pecaron de falta de ambición de cara a gol. Antes de que Messi marcara por primera vez un gol en Inglaterra, Alves ya había enviado un balón al palo y Patrice Evra había sacado un balón sobre la línea.
Para entonces, el argentino ya podría haber logrado un hat-trick, y quizás harto de tanta elaboración, se limitó a disparar desde el borde del área tras un pase de Iniesta. Su disparo no fue especialmente potente ni bien colocado, pero Van der Sar, tapado por sus defensas, no pudo reaccionar a tiempo y el balón acabó en el fondo de la red.
Ni con el 2-1 cambió el guión del partido. El Barcelona fue acumulando ocasión tras ocasión, mientras el Manchester United no lograba salir de su área ni siquiera a base de pelotazos. Van der Sar detuvo las ocasiones de Messi, Xavi e Iniesta antes de que Villa marcara el tercero con un excelente disparo que entró por la escuadra.
Con el tercer gol, entró Nani por Fabio, pasando Valencia al lateral. Más adelante también entró Scholes, en el que posiblemente será su último gran partido con el United. También entró Puyol a falta de dos minutos por parte barcelonista, como homenaje a su gran capitán, que sin embargó no levantó la copa, lo hizo Abidal, en prueba de reconocimiento por parte de sus compañeros tras haber superado un tumor esta temporada.
Se acaba un ciclo en el United, el de los Van der Sar, Giggs, Scholes y Neville, mientras que sigue el del Barcelona. La pregunta es: ¿cuántos años más de dominación azulgrana en Europa tenemos por delante?
Barcelona: Víctor Valdés, Dani Alves (Carles Puyol, 88), Gerard Piqué, Eric Abidal, Xavi, Andrés Iniesta, Javier Mascherano, Sergio Busquets, Pedro (Ibrahim Afellay, 92), Lionel Messi, David Villa (Seydou Keita, 86)
Manchester United: Edwin Van der Sar, Patrice Evra, Rio Ferdinand, Fabio (Nani, 69), Nemanja Vidic, Ryan Giggs, Michael Carrick (Paul Scholes, 77),
Antonio Valencia, Park Ji-Sung, Javier Hernández, Wayne Rooney
Antonio Valencia, Park Ji-Sung, Javier Hernández, Wayne Rooney
Goles: 1-0: Pedro (27), 1-1: Rooney (34), 2-1: Messi (54), 3-1: Villa (69)