Champions League
Bayern | 5 |
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Arsenal | 1 |
Ficha técnica |
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5 – Bayern Múnich: Neuer, Lahm, Boateng (Benatia, 68), Javi Martínez, Alaba, Alonso, Douglas Costa, Müller, Thiago Alcántara, Coman (Robben, 55), Lewandowski (Vidal, 71). |
1 – Arsenal: Cech, Debuchy, Mertesacker, Gabriel, Monreal, Coquelin, Cazorla (Chambers, 87), Campbell (Gibbs, 59), Özil, Sánchez, Giroud (Iwobi, 85). |
Goles: 1-0, m.10: Lewandowski. 2-0, m.29: Müller. 3-0, m.44: Alaba. 4-0, m.55: Robben. 4-1, m.69: Giroud. 5-1, m.89: Müller. |
De vuelta a la mediocridad. Se puede entender que el Arsenal sufriera un mal resultado en Múnich. El problema de fondo no radica en caer ante uno de los grandes equipos europeos sino en haber perdido ante Dinamo de Zagreb y Olympiakos en las dos primeras jornadas. El Arsenal lo ha hecho todo al revés.
El Bayern hizo un partido bueno, ofensivo, ambicioso. Pero no para ganar 5-1. El factor determinante fue la indolencia del Arsenal. Su escaso carácter para robar el balón. Su falta de agresividad, de carácter. Garra, lucha. Es de sobra conocida la pléyade de lesiones del equipo de Arsène Wenger pero no es algo a lo que agarrarse ante una actitud tan ingenua en el campo. Sin voluntad. Sin ganas.
Los Gunners acusaron las bajas de Héctor Bellerín y Laurent Koscielny en defensa. Sus sustitutos, Mathieu Debuchy y Gabriel, vivieron un partido de pesadilla ante la potencia ofensiva bávara. Wenger admitió tras el encuentro que es poco probable que estén recuperados para el derbi del norte de Londres del fin de semana.
El plantel de Josep Guardiola se caracteriza por hacer un fútbol extremadamente horizontal y parsimonioso jugando de visitante. En cambio, como local se transforma y tiene mucha mayor profundidad por las bandas. Crea más ocasiones e hilvana fútbol con mucha facilidad. En la primera versión, le costó la derrota en Londres. Con la voracidad de la vuelta, arrolló a los Gunners.
A los diez minutos, Lewandowski ya había hecho el 1-0 de cabeza tras un centro de Thiago Alcántara. Gabriel se quedó enganchado rompiendo el fuera de juego y permitió a Lewandowski rematar solo. La pasividad del colectivo de Wenger se reflejó en la falta de agresividad en el campo. Ante un equipo que te arrolla, te supera una y otra vez, hay que tener tenacidad defensiva. Y concentración.
Llegó el segundo de Thomas Müller con un balón suelto en el área que, sorpresa, no pudo recoger ningún jugador del equipo inglés. El remate del alemán tropezó en Per Mertesacker antes de entrar. El 2-0 a la media hora de partido esclarecía que iba a ser un partido de goleada. No de igualada.
El diluvio no paró. Curiosamente, el Bayern entrenado por Guardiola fue fiel a la idiosincrasia tradicional del club. Ambicioso y voraz de principio a fin. Algo poco común desde que el entrenador español está como timonel del tótem alemán. David Alaba marcó el tercero antes del descanso tras robar el balón a un superado Santi Cazorla.
Al volver de los vestuarios, hubo una timorata y escasa reacción del Arsenal. Igualmente cayó el cuarto de Arjen Robben segundos después de entrar al campo tras asistencia de Alaba penetrando por la banda izquierda. La vuelta del holandés siempre es una garantía de espectáculo. Cada vez quedan menos jugadores con su capacidad de desborde y desequilibrio. Su egoísmo con el esférico lo ha ido puliendo paulatinamente y se ha ido corrigiendo hacia un jugador de élite mundial. Tan sólo su talón de Aquiles, las lesiones, siguen privándole de tener continuidad y el protagonismo merecido.
Giroud recortó para el Arsenal con un estético remate de tijera en un intento vano de maquillar la mediocre imagen mostrada durante todo el partido. Por mucho talento que tenga el ariete francés, no enmascara su irregular e insuficiente capacidad de hacer goles. En el otro lado, y para sellar el partido y la goleada, Muller confirmaba su doblete y la goleada del equipo bávaro. 5-1.
Y ahora las cuentas. En la próxima jornada, el Arsenal debe vencer al Dinamo de Zagreb y esperar que el Bayern haga lo propio con Olympiakos (Guardiola insistió en que, a pesar de estar clasificados, darían todo por vencer y lograr el primer puesto del grupo). Esos resultados permitirían al Arsenal jugarse su futuro en Grecia, donde debería remontar el 2-3 del Emirates, es decir, ganar por dos goles de diferencia. Para entonces, escribiremos otra página en el libro. En esta, los Gunners salieron vapuleados.