El Blackburn logró una victoria crucial para seguir con vida en la Premier League. Cualquier otro resultado habría situado a los de Steve Kean al borde del descenso.

 

De todos modos, las perspectivas para los Rovers no son halagüeñas. Antes del partido, se produjeron las ya tradicionales protestas contra Kean y los dueños del club, los Venky. Durante la semana, Kean tuvo que negar los rumores sobre un enfrentamiento con Steven Nzonzi, que se quedó en el banquillo, y Gaël Givet, que cuajó una excelente actuación en su regreso.

 

La impresión es que, aunque los Rovers se salvaran este año, difícilmente pueden continuar en la élite sometidos a esta atmósfera. Incluso después de los goles de Mauro Formica y Junior Hoilett, continuaron los cánticos pidiendo la marcha de los propietario y de Kean.

 

A los Rovers les quedan tres partidos, ante el Tottenham en White Hart Lane, en casa contra el Wigan y en el campo del Chelsea el último día. Deberán ganar dos de ellos como mínimo para salvarse.

 

Kean rechazó comentar los cánticos. «Teníamos un objetivo que era ganar. Es lo que hicimos y es lo único que quiero decir». Kean afirmó que Givet no estaba mentalmente preaprado para la derrota por 3-0 en el campo del Swansea de la semana pasada, pero el francés disputó su primer partido desde el 4 de febrero y fue elegido el mejor del partido. El técnico reveló que Givet había recibido una inyección en el descanso en la pierna y que Bradley Orr también necesitó una punzada para jugar el encuentro. «No fue una sorpresa, Givet es un guerrero y no quiso abandonar el terreno de juego».

 

El Norwich tuvo las primeras ocasiones. Grant Holt desperdició un par de ocasiones y luego Paul Robinson rechazó un potente disparo de Wes Hoolahan desde fuera del área. Luego, Holt no aprovechó un centro perfecto de Elliott Bennett.

 

El Blackburn respondió a través de sus armas ofensivas preferidas, Junior Hoilett y sus internadas por banda, y Yakubu, que remató al palo. Sería el preámbulo del gol. Pedersen centró tal como le vino y Formica envió una volea ante la que nada pudo hacer el portero del Norwich.

 

Tres minutos después de la pausa, Hoilett superó a Russell Martin y envió un disparo con rosca que supuso el 2-0 y la sentencia. Aunque el Blackburn nunca dio la impresión de sentirse totalmente cómodo. Robinson evitó un gol de Aaron Wilbraham, que poco después no logró convertir en gol un cabezazo de Ryan Bennett.

 

Aunque el Norwich tiene la permanencia asegurada, el técnico Paul Lambert mostró su disgusto por el rendmiento de su equipo. También reiteró su indignación por el trato recibido por Kean. «No es algo agradable, esto no es fútbol», dijo.