Las próximas jornadas decidirán si el punto cosechado hoy por el Bolton en el Reebok Stadium ante el Swansea será bueno o no. De momento los de Owen Coyle siguen estando en la zona roja de la clasificación a falta de solo tres jornadas para el final del campeonato, aunque los «trotters» tienen un partido aplazado contra el Aston Villa.

 

Los locales se mostraron nerviosos e imprecisos desde el principio y a los seis minutos ya iban por detrás en el marcador. La zaga estuvo lenta para anticiparse al pase de Joe Allen a la banda izquierda. El destinatario, Scott Sinclair, recibió el balón, burló a su par, Gretar Steinsson, y colocó el balón en la escuadra de Adan Bogdan.

 

Tras el gol, el Swansea controló la posesión y pareció que ampliaría distancias en cualquier momento. Sin embargo, en el minuto 14, una subida de Ángel Rangel, sin duda uno de los laterales con más proyección ofensiva de la Premier, dejó su banda huérfana durante un contraataque. Petrov aprovechó el espacio para poner el centro y Eagles, en semifallo, se las arregló para colar el balón en la portería de los galeses.

 

El Bolton explotó las jugadas a balón parado para crear peligro a sus rivales. Primero Petrov con un disparo de falta y luego un saque de banda de Steinsson que acabó en un remate de Kevin Davies apunto estuvieron de adelantar a los locales.

 

En la segunda mitad, el Swansea se volvió a hacer con el dominio del esférico por completo, y Sigurdsson y Graham crearon bastantes problemas a la zaga del Bolton. En dos ocasiones tuvo que intervenir Bogdan para evitar el tanto visitante e incluso Graham golpeó un balón en el travesaño.
El Bolton realizó un último arreón en las postrimerías del partido. N’Gog no pudo definir con garantías una buena asistencia de Klasnic y erró la ocasión. Poco después, un buen disparo de Eagles propició una estupenda parada de Michael Vorm.

 

Ahora, Aston Villa, Sunderland, West Brom y Stoke se ciernen en el horizonte del Bolton. Cuatro partidos. Doce puntos en juego para salvarse o caer al Championship. Su calendario parece algo más plácido que el de sus competidores. Los de Coyle tienen la palabra.