Ander Iturralde

El Bristol Rovers regresa a la primera

Bristol Rovers y Grimsby Town se dieron cita en Wembley para disputar la final del play-off de ascenso de Conference a League Two. Un partido de máxima trascendencia para ambos equipos que se terminó saldando en una agónica tanda de penaltis en la que el Bristol Rovers se alzó con el ascenso de regreso al fútbol profesional.

 
Solamente quince equipos en toda la historia habían conseguido ascender del fútbol semiprofesional tras descender la temporada anterior. El último en conseguirlo fue el Carlisle United en el año 2005, por lo que las estadísticas no estaban precisamente a favor del Bristol Rovers. El Grimsby Town,por su parte, estaba decidido a terminar con su letargo de cinco años en Conference. Después de perder en las semifinales del play-off del pasado año frente al Gateshead, los chicos de Paul Hurst se encontraban ante una fenomenal oportunidad para volver a la Football League.
 
Cómo anécdota mencionar que el actual capitán del Grimsby Town, el medio centro Craig Disley, fue parte del equipo del Bristol Rovers que ascendió como ganador del play-off a League One en el año 2007. Además, Disley jugó como titular junto a Lee Mansell, lo cual dejó en el banquillo a Chris Lines.
 
Los compases inciales del partido fueron apabullantes por parte de los del noreste, del Grimsby. El extremo zurdo cedido por el Cambridge United, Nathan Arnold desplegó una gran galopada en dirección al área para finalmente pasarle el balón al delantero Lenell John-Lewis, que efectuó un primer remate que despejó el portero rival, Will Puddy, pero ése balón rechazado le dió en el pecho al propio John-Lewis que lo mandó al fondo de la red.
 
Jarro de agua fría nada más comenzar para los «piratas» de Bristol. Estos, todavía en shock, no lograron hacerse con el control del partido y el Grimsby aprovechó para acometer contra el área contraria una y otra vez. Fueron unos primeros 20 minutos arrolladores por parte de los de Paul Hurst. Sin embargo, después, el Bristol al fin entró en calor y logró contrarrestar a los «marineros».
 
Y en el minuto 28 de juego llegó un córner a favor de los del sureste. Saque de esquina lanzado, que cae rebotado dentro del área, dónde recibe Ellis Harrison que un fuerte disparo con su pierna izquierda batió al portero James McKeown. 1-1 en el luminoso de Wembley y los pupilos de Darrell Clarke podían respirar con un poco más de calma. Algunas ocasiones más se produjeron por ambos bandos antes de que el arbitro señalase el final de la primera parte.
 
El segundo periodo comenzó con la misma tónica de igualdad entre ambos equipos con la que había finalizado la primera parte. No obstante, salvo un par de disparos de los Rovers, la ocasiones de gol brillaban por su ausencia. Esto se debía en parte a la cautela con la que los dos conjuntos estaban actuando, debido en parte al miedo por encajar un segundo gol.
 
Entonces empezaron a producirse las sustituciones. Hurst retiró del césped a su delantero «tanque» Ollie Palmer para dar entrada a un delantero de otro perfil, más móvil, como el nacido en Oklahoma City, Jon-Paul Pittman. Más tarde, el defensa del Grimsby, Gregor Robertson, se tuvo que marchar lesionado y entró en su lugar Danny Parslow.
 
Tras lo que entraría por parte del Bristol Rovers, el extremo zurdo (ex del QPR) Angelo Balanta, en sustitución del internacional por Gibraltar, Jake Gosling. Y Nathan Blissett hizo lo propio, entrando en lugar del autor del gol del Bristol, Ellis Harrison.
 
El partido era un lucha aguerrida en la que ninguno de los contendientes quería conceder ni el más mínimo espacio. El delantero Matty Taylor (nada que ver con el jugador del Burnley), y después el medio centro Mansell, tuvieron el gol de la victoria con dos disparos, que no encontraron fondo de la portería defendida por McKeown. Pero el tiempo reglamentario llegó a su fin y se marchaban a la prórroga.
 
En la prórroga los dos equipos se mostraron exhaustos. El Grimsby realizó su último cambio en la primera parte del tiempo extra, saltando al césped el medio centro Craig Clay por Scott Brown. Mientras el Bristol se reservó su cambió final para los últimos compases de la prórroga.
 
Ninguno quiso arriesgar demasiado y, pese a darse lugar algunas acometidas, en cada área el marcador se mantuvo en 1-1. La prórroga estaba a punto de acabar cuando Darrell Clarke efectúa su última sustitución. Como hiciese Louis van Gaal en el pasado Mundial frente a Costa Rica, Clarke metió al veterano portero Steve Mildenhall en sustitución de un Will Purdy al que se le había visto algo dubitativo durante el transcurso del encuentro.
 
Era el momento de la verdad, llegaban los penaltis y sólo podía quedar uno. La tanda se realizó en el fondo en el que estaban los afiocionados del Grimsby. Primer penalti, Chris Lines marca. 1-0 para el Bristol. Craig Disley iguala la tanda para el Grimsby. 1-1. Matty Taylor vuelve a poner por delante los «piratas». 2-1. John-Lewis anota para los «marineros». 2-2. Lee Brown hace lo propio acto seguido para el Bristol. 3-2. Y entonces llegó el fallo. Pittman manda el esférico por encima del larguero. Se mantiene el 3-2. Balanta no falla y amplía la ventaja. 4-2 en el electrónico de Wembley. Clay debe marcar para mantener vivo al Grimsby y lo hace. 4-3. Llegó el turno de Mansell. Éste no falla y marca el 5-3 final. Victoria del Bristol Rovers.
 
El Bristol Rovers consigue ascender sólo un año después del traumático descenso que sufrieron de League Two. El Grimsby Town se quedaba a las puertas. El entrenador victorioso Darrell Clarke, a sus sólo 37 años de edad, suma con éste el tercer ascenso de su carrera como entrenador.
 
Para cerrar sólo añadir que este partido entre Bristol Rovers y Grimsby Town ha supuesto un nuevo récord de asistencia a Wembley para una final del play-off de ascenso de Conference con 47.029 espectadores que acudieron al estadio del noroeste de Londres.
 

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Ander Iturralde