Este fue el primer partido disputado en la capital galesa desde la trágica muerte de Gary Speed. Los jugadores del Cardiff le dedicaron la victoria al técnico que devolvió el orgullo al fútbol nacional. Speed habría disfrutado con el partido, porque los galeses merecieron batir a su rival de la Premier League y clasificarse para las semifinales de la Carling Cup.

 

El sexto gol de Kenny Miller de la temporada y otro de Anthony Gerrard, el primo de Steven, acabaron de hundir al Blackburn en la miseria. Mucho antes del pitido final, los aficionados visitantes ya estaban pidiendo la dimisión de su técnico, Steve Kean, en lo que se ha convertido ya en una costumbre.

 

Considerando que solo dos lugares separan a ambos equipos en la estructura del fútbol inglés (el Blackburn es último de la Premier y el Cardiff es tercero en el Championship) y que los galeses jugaban en casa, no es sorprendente que las casas de apuestas dieron como favoritos a los locales, que llevaban seis victorias y dos empates en sus últimos ocho partidos.

 

El Blackburn, en cambio, solo ha ganado un partido de 13 en la Premier League. Ganaron la Carling Cup en Cardiff en 2002, derrotando a los Spurs en una final jugada en el Millennium Stadium de la capital galesa, pero este es otro Blackburn, hundido en la liga y con Kean a un paso del despido.

 

Hace dos semanas, para sorpresa de los aficionados, los propietarios indios del club premiaron a Kean con un aumento de sueldo, tras ganar cinco partidos de sus últimos 30.

 

Ambos equipos presentaron varios cambios en sus alineaciones. Los Rovers hicieron cinco respecto a su derrota ante el Stoke. El Cardiff dio descanso al portero David Marshall, al capitán Mark Hudson y a Joe Mason, que marcó el tanto de la victoria frente al Nottingham Forest el fin de semana.

 

El Blackburn volvió a cometer los errores defensivos que han lastrado su temporada hasta ahora. A los 19 minutos, un mal control de Morten Gamst Pedersen permitió a Aron Gunnarsson recuperar el balón y meter el balón entre los defensas centrales. Es el tipo de pase que un delantero como Kenny Miller no perdona. Su velocidad le permitió driblar al portero y marcar a puerta vacía.

 

Cinco minutos después, estuvo a punto de llegar el 2-0. De nuevo Miller regateó a Mark Bunn, esta vez cerca de la línea de fondo, pero su disparo fue tapado por Scott Dann. Antes del descanso, el Blackburn podría haber igualado pero Tom Heaton realizó una parada espectacular tras el disparo lejano de David Dunn.

 

El Cardiff sentenció el encuentro a los cinco minutos del segundo tiempo. Un córner de Peter Whittingham fue cabeceado en el segundo palo por Anthony Gerrard. Los aficionados celebraron el gol coreando el nombre de Speed, junto con cánticos de «Gales, Gales».

 

El Blackburn se estiró. Grant Hanley amenazó a Heaton con un remate de cabeza y David Goodwillie, el delantero escocés que optó por fichar por los Rovers en lugar de hacerlo por el Cardiff este verano, se adentró en el área y la defensa tuvo que emplearse a fondo para evitar el 2-1.

 

Pero nunca dio la impresión de que el equipo de la Premier League pudiera vencer a su rival, algo que los aficionados visitantes notaron, y se arrancaron con cánticos de «We want Kean out» («Queremos que se vaya Kean») y «You don’t know what you’re doing» («No sabes lo que estás haxciendo»).

 

Kean introdujo a Aiyegbeni Yakubu y Jason Roberts a falta de diez minutos. Insuficiente y demasiado tarde. Si las cosas siguen así, Kean disfrutará poco tiempo de su aumento de sueldo.