A dos semanas para el inicio de la próxima temporada de la Premier League, los 40.000 aficionados que asistieron al Hong Kong Stadium fueron testigos del choque entre el mejorado Chelsea de Villas-Boas y el flojo Aston Villa del polémico Alex McLeish, que tuvieron en este partido la prueba más exigente de la pretemporada hasta ahora.
De entrada, sorprendió la ausencia de los tres mejores delanteros de ambos equipos, pues Torres y Drogba empezaron el partido en el banquillo de los «blues», al igual que Darren Bent, que hizo lo propio en el banquillo «villano».
El encuentro no pudo iniciar mejor para el Chelsea, que a los 39 segundos ya iba ganando gracias a un gol de McEachran tras un rechazo. Con el gol, la figura del joven McEachran, de 18 años, se fue agrandando, hasta hacerse dueño y señor del partido. Todas las jugadas de peligro del Chelsea, que, pese a no aprovecharlas, fueron muchas, pasaron por sus botas. Dicho esto, la nula presión que aplicó el conjunto de McLeish sobre los «blues» ciertamente ayudó a que el Chelsea se hiciera con el control y sometiera al Aston Villa.
Con 1-0 y un Chelsea autoritario se llegó al descanso, momento que pudo aprovechar McLeish para hacer algún cambio que complicara la vida al Chelsea en el medio del campo. Sin embargo, no se le ocurrió otra cosa que sustituir a uno de los jugadores que más presionaba en la medular, el joven Marc Albrighton, para sacar a Emile Heskey, un delantero en forma de tanque que iba a poner las cosas todavía más fáciles al Chelsea en el medio del campo con su nula presión.
La segunda parte, pese al espejismo que supuso un tiro de Petrov que salió desviado por poco, se rigió por un guión similar al de la primera, escrito de la mano de André Villas-Boas. Dominio absoluto del Chelsea, que no se cansó de intentar agujerear la red de Shay Given, el mejor de los «villanos». Tras sendos intentos de Terry, Lampard y Sturridge en los primeros minutos, acabó siendo Torres el que pusiera el 2-0 en el marcador, aprovechando un pésimo disparo de Malouda tan solo dos minutos después de salir a la cancha. Con 2-0 en el marcador, el Chelsea se relajó. Esta situación fue aprovechada por Darren Bent y Emile Heskey para dar un pequeño susto a los «blues», aunque no pasó de ahí.
El Chelsea tuvo en el embarrado terreno de juego mayor rival que un impotente y estéril Aston Villa. Todos los hombres de ataque del Chelsea estuvieron muy activos, aunque, paradójicamente, el nombrado «Mejor Jugador del Torneo», Frank Lampard, fue el menos acertado. Especial mención merece Torres, que anotó su primer gol en esta pretemporada, y Sturridge, que demostró que está preparado para tener un rol importante en este Chelsea. Mención aparte merece McEachran, la gran sensación de esta gira de pretemporada del Chelsea.
El encuentro deja muchas conclusiones para ambos equipos. Por un lado, el Chelsea presenta su candidatura al título. Villas-Boas quiere que su equipo juegue un fútbol total, es decir, que todos los jugadores tomen parte en labores defensivas y ofensivas a la vez. Hoy han destacado las constantes y afiladas subidas por ambas bandas de los laterales, Bosingwa y Zhirkov (posteriormente las del joven holandés van Aanholt, que sustituyó a Zhirkov), las elaboraciones en el medio del campo, algo por lo que nunca se ha caracterizado el Chelsea, con McEachran a la cabeza, las tareas defensivas de los delanteros (no había más que ver cómo Torres bajaba hasta su propia área para defender) y, por último, pese a que tan solo han marcado dos goles, los hombres de arriba han dejado el egoísmo a un lado y han tratado de combinar entre ellos, algo que no consiguieron el año pasado.
Además, el gol de Torres ha supuesto mucho más que un gol. No solo por el peso que se quita de encima el delantero español, sino por la reacción los compañeros, todos y cada uno de ellos ha ido a felicitarle. Hasta Villas-Boas ha estado a punto de ir corriendo a felicitarle, aunque el hecho de que fuera un amistoso frenó su carrera, pero no su alegría por haber conseguido empezar a recuperar a un gran delantero.
Cambiando el punto de vista, este partido no puede hacer otra cosa que deprimir a los seguidores «villanos». Más allá de la contundente derrota, McLeish demostró porqué su Birmingham City fue el equipo menos goleador de toda la pasada Premier League. Y es que, pese a tener un arsenal ofensivo espectacular (Bent, Heskey, Delfouneso, Albrighton, Ireland, Agbonlahor), nunca ha dado sensación de peligro. La mala colocación de Ireland, excelente media punta que, tal y como se ha demostrado hoy, pierde toda su chispa en la banda, la soledad de Delfouneso, el desacierto de Agbonlahor y la pasividad de Albrighton han hecho de este partido un desastre, que solo ha sido maquillado por el mejor jugador del partido, el veterano guardameta Shay Given. Si nada cambia durante la próxima temporada, los «villanos» estarán más cerca de las posiciones de descenso que de las de Europa.
Aston Villa: Given; Dunne (Clark), Collins, Warnock, Petrov (Gardner, 74), Delph (Makoun, 74), Albrighton (Heskey, 46), Ireland (Bannan, 62), Delfouneso (Bent, 62), Agbonlahor.
Chelsea: Cech; Bosingwa, Ivanovic (Alex, 46), Terry (Chalobah, 88), Zhirkov (van Aanholt, 58); Lampard (Kalou, 85), Obi Mikel, McEachran (Torres, 58); Sturridge (Drogba, 58), Anelka (Benayoun, 73), Malouda.
Goles: 1-0: McEachran (1), 2-0: Torres (60)