Durante más de una hora, pareció que este partido podría modificar esa palabra que Rafa Benítez tanto odia, «interino», por otra, «antiguo». No es algo común ver a ambos grupos de aficionados dedicándole cánticos de «You’re getting sacked in the morning» a uno de los técnicos. Sin embargo, los Blues remontaron el encuentro y provocaron el replay en Stamford Bridge.

 

Parte del hundimiento del Manchester United es atribuible a la eliminación ante el Real Madrid. Los Red Devils se mostraron agotados, tanto mental como físicamente y tuvieron fortuna de no acabar sucumbiendo ante el arreón final de los Blues. Aunque otra parte de responsabilidad la tiene Benítez y los cambios que hizo en la segunda parte. Cuando retiró a Frank Lampard y Victor Moses para dar entrada a Obi Mikel y Eden Hazard, la afición visitante mostró su opinión con cánticos de «You don’t know what you’re doing». Pero fueron esas sustituciones las que permitieron al Chelsea remontar el partido.

 

Eden Hazard puso el 2-1 con un gol de bella factura tras avanzar por la banda izquierda y recortar hacia dentro para disparar con la derecha. Poco después, Ramires empató el encuentro tras un contragolpe fulminante. El Chelsea se habría llevado el choque si no hubiera sido por una excepcional parada de David de Gea con el pie tras un disparo de Juan Mata en el último minuto. En esos instantes finales, el Chelsea acumuló ocasiones más que suficientes para llevarse la victoria y evitar un replay que no hace más que congestionar un calendario ya atiborrado de partidos.

 

El Chelsea comenzó con mal pie el encuentro, cansado y falto de confianza. Y a los diez minutos ya había recibido dos goles. Y podrían haber sido unos cuantos más si el United hubiera aprovechado la mediocre defensa visitante.

 

El primer tanto fue obra de Javier Hernández, que se liberó del marcaje de Gary Cahill y envió al fondo de las mallas el balón largo de Michael Carrick aprovechando la precipitada salida de Petr Cech. Solo cinco minutos después, Rooney, que volvía al once, puso el 2-0 con un lanzamiento de falta que pretendía ser originalmente un centro. Nadie llegó a rematarlo ni a despejarlo y Cech volvió a quedar en evidencia.

 

La mejor muestra del desajuste defensivo del Chelsea fue el gol en propia puerta que casi marca de cabeza David Luiz. Esta vez, Petr Cech sí estuvo acertado para evitar el gol del brasileño.

 

El Chelsea era una caricatura. Un disparo de Moses se fue tan desviado que acabó golpeando el banderín de córner. «¿Moses es Fernando Torres disfrazado?» cantaron los aficionados locales.

 

La entrada de Hazard activó a Mata, que se convirtió en el líder del equipo, y el Chelsea mejoró exponencialmente. De repente, el United era el que cometía los errores. Incluso el infalible Carrick comenzó a errar pases. Los laterales Rafael da Silva y Patrice Evra, como reconoció Ferguson tras el encuentro, fueron superados una y otra vez. Por suerte para el United, Rio Ferdinand jugó como si quisiera impresionar al presente Roy Hodgson.

 

Ferguson dio entrada a Robin van Persie y situó a Rooney en la izquierda pero la modificación tuvo poco efecto. También Antonio Valencia entró por el lesionado Nani, pero el ecuatoriano no está viviendo su mejor temporada. El United, como Ferguson reconoció tras el partido, tuvo suerte de no acabar cayendo.