Alvaro Oleart

El Chelsea no sabe ni defender ni atacar (1-3)

No contentos con mostrar una completa falta de ideas en ataque, los «blues» fueron un desastre defensivamente, especialmente en los últimos diez minutos. David Luiz y Lampard cometieron dos errores que provocaron los goles de Petrov y Bent.

 

Premier League

Chelsea 1
Aston Villa 3
Ficha técnica
1 – Chelsea: Cech; Ferreira (Bosingwa, 75) David Luiz, Terry, Cole; Romeu (Lampard, 57), Ramires, Meireles; Sturridge (Torres, 63), Mata, Drogba.
3 – Aston Villa: Guzan; Cuéllar, Collins, Dunne, Warnock; Petrov (Bannan, 84), Clark, Albrighton (Gardner, 78), Ireland, N´Zogbia (Bent, 78); Agbonlahor.
Goles: 1-0, m.23: Drogba (pen.). 1-1, m.28: Ireland. 1-2, m.83: Petrov. 1-3, m.86: Bent.
Jugar al contragolpe es sencillo. Solo hay que mantener una defensa atrasada, bien posicionada, y tener a un par de extremos veloces. Sin embargo, para jugar acertadamente al contraataque, hay un requisito imprescindible: que el rival no haga lo mismo. Esto es lo que ocurrió en Stamford Bridge el último día del año. Un día en que quedó patente que Villas-Boas ha perdido cuatro meses de trabajo con el Chelsea tras intentar implementar sin éxito la misma filosofía que en Oporto.
 
El partido fue una tragicomedia digna del mismo Shakeaspeare. El objetivo de ambos equipos era tener lo menos posible la posesión de balón, para así poder buscar el gol a la contra. La estadística más significativa fue el 61% de la posesión que tuvo el Chelsea, precisamente el equipo que perdió el partido. Los «villanos» no necesitan el balón. No lo quieren. Lo despechan. Pero saben marcar goles.
 
Y todo ello ocurrió a pesar de que Drogba adelantó a los «blues» con un inocente penalti cometido sobre él mismo por Richard Dunne. Sin embargo, Ireland empató el encuentro y entre Villas-Boas, David Luiz y Lampard hicieron el resto. Villas-Boas, un hombre que hace seis meses parecía que todo lo que tocaba se convertía en oro, se ha convertido en el blanco de las críticas de analistas y aficionados.
 
Con 1-1 en el marcador, Villas-Boas ofreció el primer regalo de navidad al Aston Villa de los tres que recibirían. Ocurrió en el minuto 57, cuando dio entrada a Lampard por Oriol Romeu, el mejor del Chelsea hasta entonces. El Chelsea perdía al hombre que mantiene la posición por delante de la defensa y, sobre todo, al que da la salida de balón. Sin un hombre que hiciera esta doble tarea, el Chelsea se mostró impotente. Quiso pero no pudo. Ramires, como siempre más pendiente de correr sus 20 kilómetros por partido que del balón; Meireles, desaparecido; y Lampard, errático, llevaron al Chelsea a la ruina. Sus habituales salvadores en los últimos tiempos, Drogba, Mata y Sturridge, no estuvieron atinados. Por si fuera poco, apareció David Luiz.
 
El hombre definido por Gary Neville como «un jugador de Playstation controlado por un niño de 10 años» estuvo impecable 82 minutos. Sin embargo, en el 83 cometió un error imperdonable. Incomprensiblemente, no se vio la llegada de Petrov por el centro, y el medio centro búlgaro entró con alfombra roja en el área del Chelsea, y definió a la perfección ante Cech.
 
Tres minutos después, llegó el turno de Lampard. El inglés erró infantilmente un pase horizontal al último hombre de la defensa. Ireland interceptó el pase y se plantó solo ante Cech, pero regaló el gol a Darren Bent, que apenas llevaba diez minutos en el terreno de juego.
 
Esta derrota supone la quinta del Chelsea en lo que va de liga, y la más humillante. Los «blues» no tienen criterio para atacar, todo depende de la inspiración de Mata y Sturridge. Sin éstos inspirados, carecen de ideas ofensivas. Torres, que gozó de media hora, será el delantero titular en enero, lo cual no augura nada bueno. El español envió un trallazo al larguero e hizo un par de buenas acciones, pero sigue sin recuperar nivel que provocó que el Chelsea pagara 50 millones de libras por él hace menos de un año.
 
Por otro lado, el Aston Villa finaliza el año de forma dulce tras lograr los tres puntos de Stamford Bridge. Pero no todo son buenas noticias: su entrenador seguirá siendo Alex McLeish en 2012. El defensivo técnico escocés de los «villanos» ha ganado hoy la partida a Villas-Boas, pero no tanto por mérito suyo como por demérito del portugués. No ganó el mejor, sino el menos malo.
 

Sobre el autor

Alvaro Oleart