Europa League
Benfica | 1 |
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Chelsea | 2 |
Ficha técnica |
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1 – Benfica: Artur, Luisao, Garay (Jardel, 78), Melgarejo (Ola John, 66), Gaitan, Matic, Almeida, Perez, Cardozo, Eduardo Salvio, Rodrigo (Lima, 65). |
2 – Chelsea: Cech, Ivanovic, Cole, David Luiz, Cahill, Azpilicueta, Ramires, Lampard, Mata, Oscar, Torres. |
Goles: 0-1, m.59: Torres. 1-1, m.68: Cardozo (p.). 1-2, m.90+3: Ivanovic. |
Ya habían pasado dos de los tres minutos que el colegiado añadió al final del encuentro cuando Branislav Ivanovic se elevó por encima de todos los defensores del Benfica para cabecear al palo más alejado, sorprendiendo a Artur a contrapie y sellando el segundo título europeo consecutivo para el Chelsea.
Fue un final dramático, en especial considerando que el Benfica fue ampliamente superior durante extensas fases del encuentro. Sin embargo, los portugueses carecieron de puntería ante puerta y lo acabaron pagando.
Los portugueses se abalanzaron sobre su rival desde el pitido inicial, moviendo el balón con precisión y rapidez, y presionando la salida de balón del Chelsea, que no se sintió nunca cómodo durante la primera mitad. Cardozo, en especial, fue una presencia incontrolable para Cahill e Ivanovic, centrales hoy ante la presencia de David Luiz en el medio centro.
El Benfica llegaba tras dejar escapar la liga portuguesa en dos semanas, primero empatando con el Estoril en casa y luego cayendo en Oporto en tiempo añadido, una derrota que provoca que ya no dependa de sí mismo en la última jornada. A pesar de ese varapalo, el equipo se mostró más ambicioso y decidido desde el comienzo. Los de Jorge Jesus arrancaron confiados en romper el maleficio del club en Europa, donde había perdido seis finales consecutivas.
Matic, Rodrigo, Gaitán, Pérez y el mencionado Cardozo generaron varias ocasiones claras durante los primeros veinte minutos pero jamás lograron atinar. Los portugueses mostraron una mayor frescura que sus rivales, no en vano han disputado 18 partidos menos que el Chelsea esta temporada.
La única ocasión del Chelsea digna de mención en la primera parte fue un disparo desde fuera del área de Lampard que Artur logró desviar in extremis con su mano izquierda.
En la recta final de la primera parte, las águilas volvieron a la carga pero desperdiciaron varias ocasiones por un exceso de elaboración. El juego de los portugueses, que alinearon a nueve sudamericanos en el once inicial, es fluido y vistoso pero poco incisivo por momentos. Considerando su control en este primer acto, Petr Cech tuvo que intervenir en contadas ocasiones.
La segunda mitad siguió el mismo guión. Gaitán fue el primero en probar fortuna, justo antes de que Cardozo marcara de cabeza. Sin embargo, su gol fue correctamente anulado por fuera de juego.
Pocos tópicos en el fútbol se cumplen tan a menudo como el que afirma que el equipo que perdona lo acaba pagando. A los 59 minutos, Fernando Torres adelantó al Chelsea tras arrancar desde el centro del campo y librarse de Luisao, regatear a Artur y marcar a puerta vacía. La jugada la había arrancado Cech con un lanzamiento lejano con la mano desde su área. El Benfica había puesto el fútbol hasta entonces pero al Chelsea le bastó con una jugada iniciada por su guardameta.
Sin embargo, menos de diez minutos después, Cardozo hacía justicia al transformar un penalti provocado por unas manos claras de César Azpilicueta.
El encuentro parecía abocado a la prórroga. Tan solo Lampard, que estrelló en la escuadra un disparo lejano, estuvo cerca de desnivelar el marcador. Hasta que el cuarto árbitro mostró tres minutos de añadido y el Chelsea volvió a marcar un gol decisivo de cabeza tras un saque de esquina en el tiempo de descuento de una final europea, como ya hizo Drogba hace doce meses.
Juan Mata lanzó el saque de esquina desde la derecha e Ivanovic se alzó imperial en el área para cabecear de forma impecable al fondo de las mallas. Un gol que permite a los Blues hacer historia en una temporada con más sombras que luces. El Chelsea se ha convertido en el primer club de la historia en ser campeón simultáneamente de las dos principales competiciones europeas, Champions League y Europa League. Aunque solo lo será durante diez días, hasta el 25 de mayo, cuando se disputa la final de la Champions en Wembley. Un honor efímero. Como casi todo en este club, que la temporada que viene estrenará su cuarto técnico en dos años.