El partido de esta noche era muy importante para el devenir del Chelsea esta temporada. Tal vez no decisivo, pero sí crucial. Después de la derrota ante el Liverpool del domingo por 1-2 en Stamford Bridge y de todas las críticas recibidas los días posteriores, el Chelsea y André Villas-Boas estaban obligados a demostrar que su defensa sigue siendo sólida, que su equipo todavía tiene cuerda para, bueno, al menos esta temporada, y que se puede ser técnico de un gran club siendo más joven que la mitad de tu plantilla. Nada de eso sucedió.

 

En su lugar, el Chelsea volvió a perder, encajó dos goles más en contra producto de sendos errores defensivos y se complicó terribe e innecesariamente su futuro en Europa. Tras la victoria del Valencia por 7-0 ante el Genk, el Chelsea está obligado a ganar o empatar a cero (esta segunda opción se menciona a efectos meramente informativos) con los españoles en la última jornada si no quiere acabar jugando en la Europa League. Aunque pensándolo bien, tampoco es un mal plan, considerando que le estará esperando el Manchester City.

 

Esta noche, el Chelsea ni siquiera puede culpar a David Luiz. El brasileño fue titular pero Villas-Boas le retiró a los 69 minutos cuando los ingleses todavía ganaban 0-1 tras un gol de Drogba al inicio de la segunda parte. A David Luiz ni siquiera le dio tiempo a hacer una bicicleta. Menos de cinco minutos después de marcharse, el Leverkusen empató cortesía de Petr Cech, que salió a buscar un balón lejos de su portería, permitiendo que Sam centrara para que Derdiyok marcara de cabeza a puerta vacía. Para culminar el desaguisado, el Leverkusen marcó el tanto de la victoria en el tiempo añadido tras un lanzamiento de córner que Friedrich remató a placer.

 

El caso es que el Chelsea mejoró notablemente respecto al domingo. Villas-Boas aprendió la lección y alineó a Meireles y Sturridge como titulares en lugar de Obi Mikel y Malouda. Eso permitió al equipo inglés tener más posesión y generar más peligro en campo rival.

 

La primera parte fue de claro dominio del Chelsea, que generó ocasiones suficientes como para irse con ventaja al descanso. Sin embargo, tuvo que esperar al tercer minuto de la segunda parte, cuando Sturridge puso un excelente balón desde la banda derecha para que Drogba pusiera el 0-1 tras una gran finalización. Era un gol muy merecido a tenor de lo visto hasta ese momento.

 

El Leverkusen, que con la derrota decía prácticamente adiós a la Champions League, se estiró y creó alguna ocasión de peligro. La más clara, posiblemente un remate de cabeza de Ballack que se fue fuera por poco.

 

Entonces llegó el error de Cech, que salió a buscar un balón a la banda derecha que no le correspondía, dejando la portería vacía y permitiendo que Derdiyok rematara a placer el centro de Sam. Muchos han hablado estos días de la defensa del Chelsea y de Obi Mikel, pero la responsabilidad del primer gol del Liverpool el domingo pertenece casi exclusivamente a Cech, al igual que el gol de hoy.

 

Ya en tiempo añadido, el Leverkusen ganó el partido con un remate de cabeza de Friedrich tras un córner. Algo que el Chelsea de las últimas temporadas jamás habría permitido. Tras la derrota ante el Liverpool, Villas-Boas declaró que no creía que Abramovich le fuera a despedir después de pagar por él 15 millones de libras. Bueno, pagó 50 por Torres, así que tal vez no debería estar tan seguro. Por cierto, el español no jugó ni un minuto esta noche.