Alvaro Oleart

El Chelsea se gusta y apabulla al Everton (3-1)

El Chelsea volvió a mostrarse como un equipo sólido que sabe a lo que juega. No dio opción en ningún momento al Everton, que sufre una crisis de identidad tras la marcha de Arteta. Sturridge, Terry y Ramires fueron los goleadores por parte de los «blues», mientras que Vellios hizo el gol del honor para los «toffees».

 

Premier League

Chelsea
3
Everton
1
Ficha técnica
3 – Chelsea: Cech; Bosingwa, Ivanovic, Terry, Cole; Mikel (Romeu, 77), Ramires (Malouda, 65), Lampard; Mata (Anelka, 77), Sturridge, Drogba
1 – Everton: Howard; Hibbert, Jagielka, Distin, Baines; Osman, Rodwell, Fellaini, Coleman (Drenthe, 61), Cahill (Neville, 72); Saha (Vellios, 81)
Goles: 1-0, min.31: Sturridge. 2-0, min.45: Terry. 3-0, min.62: Ramires. 3-1, min.81: Vellios.
Para un entrenador, lo más difícil de cambiar en un equipo es la filosofía de juego. Especialmente en un equipo como el Chelsea, que lleva años viviendo de un físico superior al resto, algo que ocultaba sus deficiencias técnicas. Sin embargo, Villas-Boas ha logrado este cambio de identidad en apenas dos meses de competición.
 
Ni siquiera necesita un centro del campo exquisito para lograr, como hoy, el 70% de la posesión. Obi Mikel, Ramires y Lampard no son precisamente jugadores especialmente dotados técnicamente y sin embargo se han bastado para dominar la medular a su antojo. Pero este equipo tiene dos nombres clave, uno sobre el césped, Juan Mata, y otro en el banquillo, el ya mencionado Villas-Boas.
 
El Chelsea salió en busca del balón y lo encontró. Mata hizo y deshizo a su antojo, haciendo que todas las jugadas ofensivas de su equipo pasaran por sus botas y el español ya ha demostrado que siempre devuelve el balón en mejores condiciones que en las que le ha llegado. Así llegó el primer gol de los «blues». Mata puso un balón ideal a Cole para que éste la pusiera a su vez, de primeras, a Sturridge, que cabeceó el balón al fondo de la red. Este gol no solo coloca a Sturridge como máximo goleador de su equipo junto con Lampard, sino que iguala los que han marcado Torres, Drogba y Anelka juntos esta temporada.
 
No contentos con el 1-0, los de Villas-Boas ampliaron su ventaja justo antes del descanso, tras un buen golpeo de Lampard a balón parado y un efectivo remate de John Terry.
 
Pese al buen inicio del Everton en la segunda parte, que tuvo una ocasión clara nada más reiniciar el encuentro, el Chelsea solo tardó 15 minutos en sentenciarlo. De nuevo Mata inició la jugada, esta vez un contraataque y, tras una pared con Drogba, golpeó defectuosamente el balón pero Ramires apareció para empujarlo a la red para el 3-0.
 
La nota curiosa del encuentro la puso Sturridge, cuando simuló una falta a 35 metros de la portería rival, demostrando que sus estudios de arte dramático no fructificaron. El árbitro no solo no señaló la falta, sino que enseñó tarjeta amarilla al joven extremo inglés. Para más inri, el hombre que supuestamente había cometido la falta era Royston Drenthe, un jugador que ya ha demostrado su peligrosidad tanto dentro como, sobre todo, fuera del campo, en especial cuando tiene un volante entre manos. Haría bien Sturridge en el futuro en informarse de quién tiene delante antes de intentar engañar al árbitro.
 
Tras este cómico altercado, ocurrió lo impensable: el Everton marcó. El goleador fue Apostollos Vellios, que solo necesitó un minuto y un sutil toque para hacer más que Saha en todo el partido.
 
El encuentro dejó a las claras la situación actual de ambos equipos. Los «blues» son un equipo al alza que poco a poco va imbuyéndose de las ideas de su técnico, mientras que el Everton es un equipo sin rumbo ni capitán. Tras la marcha de Arteta, no saben a lo que juegan y lo que es peor, no saben a qué quieren jugar. 
 

Sobre el autor

Alvaro Oleart