La oferta es cinco millones superior a la primera que realizó el Chelsea el mes pasado, que fue rechazada inmediatamente por los Spurs. Aquel rechazo provocó la reacción de Modric, que se apresuró a anunciar que quería irse al Chelsea.
Otros equipos siguen interesados en Modric, como el Manchester United, pero Modric quiere permanecer en Londres, donde su familia se encuentra a gusto. Es posible que el croata presente una solicitud de traspaso para forzar aún más la situación.
Las relaciones entre el croata y Daniel Levy, presidente de los Spurs, se han deteriorado después de que se reunieran la semana pasada para reconducir la situación. El fin de semana, Modric atacó gravemente a Levy, acusándole a amenazarle con enviarle al equipo reserva y de ofrecer una versión falsa de su reunión.
Modric reiteró que tenía un acuerdo verbal con Levy cerrado en Dubrovnik el año pasado cuando firmó un nuevo contrato por seis años con los Spurs según el cual el croata podía irse si llegaba una oferta de un club más importante.
Los Spurs han negado la existencia de ese acuerdo y, mientras, Modric, de 25 años, continúa entrenando con normalidad. Si la situación no se resuelve en breve, el croata se irá con el equipo a Sudáfrica para su gira de 10 días por el país africano.
Los Spurs consideran que el problema es entre el presidente y el jugador. En el club se considera que Modric debería firmar un nuevo contrato con un sueldo mejor al que tiene actualmente, 40.000 libras semanales, que podría triplicar en Stamford Bridge.
Sin embargo, Levy cree que eso supondría un mal ejemplo para los demás jugadores y podría provocar que otros jugadores pidieran aumentos de salario, lo que podría romper la rígida estructura salarial de la entidad.
Modric afirmó que deseaba abandonar la entidad en términos amistosos. Algo que parece imposible teniendo en cuenta la inflexible postura de Levy. El presidente no puede aceptar el traspaso ahora sin quedar en mal lugar y dañar su credibilidad con un duro negociador.
De todos modos, el Chelsea todavía no ha alcanzado el valor de mercado del jugador, que llegó en 2008 por 16,6 millones de libras del Dinamo de Zagreb y al que le quedan cinco años de contrato. El Chelsea argumentará que el deseo de Modric de irse supone una depreciación de ese precio de mercado. En cualquier caso, el tema Modric-Levy amenaza con ensombrecer el asunto Nasri-Fàbregas-Wenger.