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El problema no se detectó hasta que el United había finalizado la sesión frente a miles de aficionados, pero el técnico Sir Alex Ferguson y su equipo médico juzgaron que era suficientemente grave como para enviar a Hernández al hospital, donde permaneció en observación toda la noche, tal y como ha anunciado un portavoz del club.
Parece que el «chicharito», de 23 años, que se reunió con sus compañeros este mismo lunes, será dado de alta este miércoles. Ferguson ofrecerá la última hora tras el partido contra las estrellas de la MLS.
Hernández no iba a participar en el partido de todos modos, algo que ahora ya es seguro.
Aunque el alcance de la conmoción determinará cuándo podrá volver a jugar, existen temores de que el mexicano, que marcó 20 goles la temporada pasada, no podrá jugar contra el Barcelona en el último partido de la gira de cinco encuentros del United, que se disputará el sábado en Washington.
