Pase lo que pase en la final de la FA Cup, ya no será del todo cierto que el Manchester City no ha ganado nada en 35 años. Ayer ganaron el partido más importante de la temporada para ellos y, aunque sus vecinos de rojo no lo admitan, también uno de los partidos más importantes de la temporada para el United. Los «citizens» acabaron con el sueño del United de lograr otro triplete histórico y aunque no cuente como un título, para los aficionados de los «blues» la sensación es muy similar.
Sería típico del City perder ahora en la final, aunque siempre les quedará este maravilloso recuerdo. Era un partido que tenían que ganar para conservar el poco orgullo local que les quedaba, por no hablar de su credibilidad después de todo el dinero gastado. Y para sorpresa de muchos, no solo ganaron, sino que además convencieron.
Mancini afirmó después del partido que ganar la FA Cup podría ser un punto de inflexión para el equipo, y que si lo logran el año que viene aspirarán al título. Por su parte, Ferguson declinó hablar para la prensa escrita.
Los rumores antes del partido sobre que el escocés presentaría un equipo plagado de suplentes no se confirmaron. El «chicharito» inició en el banquillo y Dimitar Berbatov fue el único jugador en punta, al igual que sucedió en el partido del United en Old Trafford contra el Fulham la semana pasada, la primera vez que el United tuvo que sufrir la ausencia del sancionado Wayne Rooney. Por su parte, Mancini dejó a Edin Dzeko fuera y optó por un tridente de ataque con Adam Johnson, Mario Balotelli y David Silva. La formación no fue ninguna sorpresa, como tampoco la ausencia de Carlos Tevez, pero lo que sí era una incógnita es cómo reaccionarían los jugadores tras el batacazo en Anfield del lunes por la noche.
Y lo seguía siendo 15 minutos después de empezar el partido. Un cuarto de hora de tanteo por parte de ambos equipos en el que solo el United hizo algo digno de mención. Una serie de pases precisos entre Michael Carrick, el colorado Scholes y Park culminaron en una ocasión de gol en las botas de Berbatov que los reflejos de Joe Hart consiguieron deshacer. En el saque de esquina posterior, el United estuvo a punto de adelantarse de nuevo, pero Aleksandar Kolarov estuvo atento en el segundo palo para evitar que Berbatov lograra el gol tras el centro raso de Nani.
Nemanja Vidic cabeceó un saque de esquina y el United comenzó a crear más ocasiones a mediados de la primera parte. Para entonces, el City todavía no se había aproximado al área rival. La primera llegada seria llegó a la media hora, cuando el centro del chino Silva desde la derecha llegó a Balotelli cerca del punto de penalti, pero se durmío con el balón. Cuando Gareth Barry llegó para intentar el disparo, el ángulo ya era muy cerrado y el balón acabó en el lateral de la red.
Esos fueron los mejores momentos del City en la primera mitad. Balotelli forzó a van der Sar a despejar un potente disparo desde 30 metros y luego, tras el lanzamiento del corner de Johnson, Joleon Lescott disparó de volea en el segundo palo, desde una posición de esas que un delantero no perdona. Para cuando sonó el silbato de la media parte, el City ya había emparejado el partido. De hecho, estuvo a punto de irse al vestuario con ventaja, después de una clara ocasión de Vincent Kompany y una buena acción defensiva de Vidic sobre Yaya Toure. El City había comenzado temeroso pero acabó la primera parte aprovechando el cansancio del United después del partido con el Chelsea entre semana para hacerse con las riendas del partido.
Balotelli comenzó de nuevo la segunda parte creando peligro, pero fue Yaya Touré quien finalmente anotó después de una serie de errores defensivos del United. Primero Van der Sar despejó mal, luego Carrick perdió el balón ante Touré para empeorar la situación. Para rematar la faena, Touré se deshizo de Vidic para batir por bajo a Van der Sar.
Con el United raramento pasando de su propio terreno, el City se relajó hasta el extremo de comenzar a adornarse cuando se llevaba jugada una hora, en lugar de buscar un segundo gol. Aunque cuando Balotelli juega con confianza es digno de ver, su tendencia a malgastar buenas posiciones con pases displicentes debería reservarla para situaciones menos apremiantes. Johnson casi provocó un gol en propia puerta de Van der Sar y Lescott cabeceó fuera un centro de Silva antes de que el United recordara que todavía quedaban minutos por jugar.
Pablo Zabaleta fue amonestado por derribar a Park y Ferguson aprovechó para hacer entrar al «chicharito» por un desafortunado Valencia. En el tiro libre siguiente, Hart salvó de milagro el disparo de Nani. Los últimos minutos fueron tranquilos para el City gracias a la más que previsible expulsión del colorado Scholes por roja directa tras una entrada durísima sobre Zabaleta. Para ser justos, el balón estaba dividido y ambos podían llegar, pero mientras Zabaleta lo logró, Scholes lo único que tocó fue al rival. Berbatov fue sacrificado para dar entrada a Anderson, un cambio que pareció reducir las posibilidades de igualar del United, aunque no muchos seguidores del City parecieron aprobar la salida de Shaun Wright-Phillips en lugar de Johnson para los últimos 11 minutos, porque posiblemente Mancini no esperaba que se añadieran cinco minutos. A pesar de que el recién entrado tuvo tiempo suficiente para malgastar dos ocasiones que habrían sentenciado el choque y exasperar a su afición como solo él puede hacerlo, el City logró cerrar el partido con el 1-0 y dar un paso más hacia el que puede ser su primer título en 35 años.
Manchester City: Joe Hart, Joleon Lescott, Aleksandar Kolarov, Pablo Zabaleta, Vincent Kompany, David Silva (Patrick Vieira, 86), Gareth Barry, Nigel de Jong, Adam Johnson (Shaun Wright-Phillips, 79),Yaya Touré, Mario Balotelli
Manchester United: Edwin Van der Sar, John O’Shea (Fabio, 84), Rio Ferdinand, Nemanja Vidic, Patrice Evra, Park Ji-Sung, Michael Carrick, Antonio Valencia (Javier Hernández, 65), Nani, Paul Scholes, Dimitar Berbatov (Anderson, 74)
Goles: Yaya Touré (52)
