Si la Premier League se decidiera tras la primera jornada, el Manchester City sería campeón. Primero porque se coloca líder. Y si fuera en cuanto a sensaciones, también podríamos considerarlo el máximo favorito tras la jornada inaugural. Victoria incontestable en The Hawthorns ante el correoso West Brom de Tony Pulis.
El planteamiento de los Baggies se basa en la defensa, bien es sabido. Sin embargo, en esa especie de ruleta rusa del que meta gana, en caso de recibir goles con prontitud, el diluvio y el repaso puede ser significativo. Cómo en este caso. El primer gol llegó antes de los diez minutos. Un pase de atrás de Jesús Navas era disparado por Yayá Touré. Tras un par de rebotes, el balón se alojaba en la portería de Boaz Myhill.
Sin duda la fiabilidad cómo entrenador de Tony Pulis y sus equipos es incontestable. Estamos únicamente en la primera jornada y queda toda la liga por delante pero la falta de agresividad en su mediocampo y el cuestionable planteamiento tras ir perdiendo no son nada alentadores. Los Baggies recuperaron demasiado atrás la pelota y asiduamente por medio de la línea defensiva. Esto supone muchos más metros a recorrer hasta la meta rival y más contrarios a superar. Complicado.
Además, causa dudas la posición de James Chester como lateral. Y la de Chris Brunt. El primero es el fichaje estrella del West Brom para apuntalar el centro de la zaga. Y Brunt no deja de ser un centrocampista. Este caos, unido al mal encuentro de Darren Fletcher y James McClean dejaron a los Baggies muy mermados en el entramado defensivo. Su tótem táctico en definitiva.
Respecto al Manchester City destacó la fluidez de su juego basado en David Silva. El mediapunta español se descolgó de su zona de influencia a la de creación e hizo estragos. Hasta la salida de Claudio Yacob en el descanso, el canario hizo y deshizo a su antojo. Distribuyó, se movió y organizó el mediocampo de los Sky Blues.
El segundo gol también fue obra de Yayá Touré. Una pared con su compatriota Wilfred Bony concluyó con un disparo cercano a la escuadra del centrocampista costamarfileño. El 0-2 hacía justicia. Las virtudes del City no eran demasiadas. Pero sí las carencias del West Brom.
Tras un frenético comienzo del segundo tiempo por parte de los Baggies, el City se hizo de nuevo con el control del partido dada la falta de capacidad de los de Pulis para recuperar la pelota. Vincent Kompany hacía el 0-3 a la salida de un córner y sellaba la victoria de los de Manuel Pellegrini.
Victoria contundente del City para empezar la temporada. Muchas dudas en el West Brom. Exhibición de Silva y desorden en el mediocampo de Pulis. Para empezar el curso, no hubo hueco para más en la primera página del cuaderno. Quedan todas las demás en blanco.