FA Cup
Chelsea |
1 |
Manchester City |
2 |
Ficha técnica |
1 – Chelsea: Cech; Bertrand, Ivanovic, David Luiz, Azpilicueta; Ramires, Mikel (Fernando Torres, 65), Mata, Oscar, Hazard; Demba Ba. |
2 – Manchester City: Pantilimon; Clichy, Kompany, Nastasic, Zabaleta; Barry, Touré, Milner, Nasri (Lescott, 85); Tévez (Javi García, 71), Agüero. |
Goles: 0-1, m.35: Nasri. 0-2, m.46: Agüero. 1-2, m.65: Demba Ba. |
Despertó tarde el Chelsea ante un Manchester City que eso sí, fue superior y que logra el pase a la final de FA Cup ante el Wigan. Con Silva descartado, Mancini metió en su lugar al siempre trabajador James Milner, dejando el mediocentro para Barry y Touré y en punta la dupla argentina Agüero-Tévez. En los londinenses, Lampard se quedó en el banquillo, conformando el eje con Ramires y Mikel por detrás de la línea de mediapuntas, buscando quizá un mayor despliegue que pudiera sujetar a Yaya Touré.
El Manchester City, hinchada su moral tras la victoria de Old Trafford, salió decidido a ganar el partido, encimando y recuperando muy arriba. Las ocasiones no tardaron en llegar y en apenas diez minutos se sucedieron tres, en los pies del Kun, Touré y Tévez. Los citizens jugaban con cierta comodidad, siempre en campo contrario y liderados por el buen pie de Barry y la potencia descomunal de Touré, aquí y allá. De Mata, Hazard y Oscar no había nuevas. Ramires y Mikel, naufragaban ante Touré. David Luiz e Ivanovic algo desnortados ante la movilidad persistente de Agüero y Tévez, a los que se sumaba las continuas avanzadas de Zabaleta por el carril diestro. El balance del Chelsea hasta entonces era escaso, salvo una volea de Hazard que Kompany sacó bajo palos, después de que en una salida en falso Pantilimon buscara las uvas.
No golpeó sin embargo el City y el Chelsea, a base de balones largos de David Luiz a Demba Bá, consiguió echar quince metros para atrás a su oponente, disponiendo de algo más de oxígeno. Ironías del destino, cuando los blues comenzaban a avistar a Pantilimon, Touré en una de sus galopadas se asomó al área de Cech, donde conectó con el Kun. La dejada del argentino la remachó Nasri a gol desde la frontal del área pequeña. El tanto del francés lo acusaron los de Benítez, sacudidos de arriba abajo. Al borde del descanso, tras una contra Kompany pudo haber agrandado la herida.
Igual de decidido arrancó el Manchester City en el segundo tiempo. No habían transcurrido ni dos minutos cuando un dulce centro de Gareth Barry lo cabeceó de manera formidable el Kun a la red. Dos a cero y visto lo visto, el jaque pintaba a mate. El Chelsea comenzó a dejar espacios atrás y a buscar con tanto corazón como con poco tino el arco del City. Su balance, desolador: solo un flojo cabezazo de Ramires. Así las cosas, a Benítez no le quedó sino quemar sus naves. Retiró a Mikel por Fernando Torres y al instante un envío largo de David Luiz con una gran tijereta Demba Bá descontaba un gol para el empate, amabilidad de Nastasic incluida. El Chelsea fue quien secuestró el balón y las ocasiones ante un City que comenzaba a tiritar. Demba Bá pudo empatar pero su remate se estampó en Pantilimon.
A Mancini le entró sus habituales ataques de prudencia y no tardó en retirar a Tévez por Javi García y el equipo comenzó a defender muy atrás, de tres cuartos para atrás, exigido también por el extremo derecho con las subidas de Azpilicueta. Circuló y circuló el Chelsea por el balcón del área del City, pero sin encontrar las llaves y poco a poco fue desfalleciendo. No lejos del final los de Benítez reclamaron un penalti de Kompany sobre Torres que en efecto, lo pareció. El tercer gol de los citizens no estuvo lejos en un contragolpe majestuosamente llevado pero mal finalizado por Touré.
Añadió cuatro minutos Chris Foy y al término respiró tranquilo el Manchester City, justo vencedor y feliz tras volver su segunda final de FA Cup en dos años, allí donde Mancini consiguió sus primeros laureles en Inglaterra. En el aire queda saber que hubiera sido de este gran equipo si se hubiese explotado todo su potencial, como quedó atestiguado esta misma semana en Old Trafford. El Chelsea, con el puesto de Champions aún por certificar, pierde el enésimo título de la temporada, aspirando a batir todo un récord, en un partido en el que reaccionó demasiado tarde y donde se manifestó inferior a su rival. Aún le queda el premio de consolación de la Europa League.