Premier League
Manchester City | 1 |
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Manchester Utd. | 0 |
Ficha técnica |
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1 – Manchester City: Joe Hart, Vincent Kompany, Gaël Clichy, Joleon Lescott, Pablo Zabaleta, Samir Nasri (James Milner, 93), Yaya Touré, David Silva (Micah Richards, 82), Gareth Barry, Sergio Agüero, Carlos Tévez (Nigel de Jong, 68). |
0 – Manchester United: David De Gea, Phil Jones, Patrice Evra, Chris Smalling, Rio Ferdinand, Michael Carrick, Paul Scholes (Antonio Valencia, 78), Nani (Ashley Young, 83), Park Ji-Sung (Danny Welbeck, 58), Ryan Giggs, Wayne Rooney. |
Goles: 1-0, m.45+1: Kompany. |
El Manchester City dio un pase de gigante para ser campeón de Inglaterra por primera vez desde 1968. Todavía tiene mucho trabajo por delante, en especial su visita a Newcastle, pero esta fue una noche para celebrar, no para preocuparse por el futuro.
El Manchester United no logró disparar ni una vez entre los tres palos, ni siquiera después del gol de Vincent Kompany en el tiempo añadido de la primera parte. Es la primera vez que le sucede al equipo de Sir Alex Ferguson en tres años.
Con cada traspiés del City durante la temporada, se ha recordado la inversión millonaria del club. Pero sería injusto no reconocer el deseo de este grupo de jugadores por ganar este partido y este campeonato. Un deseo del que parecieron carecer los jugadores del United.
El gol de Kompany en el tiempo añadido de la primera parte, saltando por encima de Chris Smalling libre de marca para cabecear un córner de David Silva, dejó al United grogui. Más de lo que ya estaba desde el inicio del partido.
Dio la impresión que el 1-6 del City en Old Trafford en octubre planeaba por el estadio. Por donde seguro que planeó fue por la cabeza de Ferguson, que planteó un partido muy defensivo, con Park incrustado en la medular entre Carrick y Scholes, con Giggs y Nani en las bandas. Y Rooney solo en punta, abandonando su habitual puesto de media punta o segundo delantero. Otro invento de Fergie que salió fatal.
La primera parte deparó mucho sudor y poca imaginación. Algo llamativo, especialmente en el caso del City, que alineó de inicio a Silva, Nasri, Tévez y Agüero en la parcela atacante. Especialmente desaparecido estuvo el canario, cuya forma física en esta segunda parte de la temporada ha vivido un declive alarmante.
El United se limitó a defenderse con orden y regalarle el balón al City. Tal vez Ferguson pensó que con eso sería suficiente para llevarse el empate de un campo donde no encajaba un gol en liga desde agosto de 2007.
El experimento de Ferguson con Park en medio fue poco menos que fallido. El United no recuperó parte de la hegemonía del juego hasta que Welbeck apareció sobre el césped en sustitución del coreano a los 58 minutos. El delantero inglés se colocó en punta y Rooney retrasó su posición hasta su ubicación habitual en el terreno de juego, por detrás de él.
Una vez más, el peor enemigo del City fue Mancini. El italiano se conformó con el 1-0 y fue atrincherando a su equipo a medida que el United tomaba posiciones. Con la salida de Welbeck, Mancini envió al campo a De Jong por Tévez. El holandés se sumó a Gareth Barry como mediocentro.
Fue un paso atrás que se reafirmó con la aparición de Micah Richards por Silva a falta de diez minutos. Una maniobra conservadora que en el pasado le ha costado más de un disgusto al City. No fue el caso. El United fue incapaz de crear peligro ni siquiera cuando Mancini renunció al ataque y al balón. El City recupera el liderato justo a tiempo gracias a la diferencia de goles lograda con el 1-6. Si gana en Newcastle, acariciará el título.