Tres años después, el Manchester City empieza a recuperar parte de la inversión llevada a cabo por Sheikh Mansour. Y es que este equipo, a diferencia de la temporada pasada, sí aspira a la Premier League.

 

Teniendo en cuenta que el miércoles los «citizens» se estrenarán en la Champions League ante el Nápoles, Roberto Mancini dejó fuera del once titular a Edin Dzeko, máximo goleador de la Premier League hasta esta jornada con seis goles en tres partidos. Le sustituyó Carlos Tévez, que jugó en la delantera junto a su compatriota Sergio Agüero, mientras las bandas fueron ocupadas por David Silva y Adam Johnson, que sustituyó a Nasri, dañado en la mano en su compromiso con la selección francesa.

 

El City salió a buscar el partido y obtuvo su premio bien pronto. Tras una mágica muestra de talento por parte de David Silva finalizada con una entrega a Agüero, el argentino no perdonó y abrió el marcador. Los «citizens» se mostraron ambiciosos en la búsqueda del segundo gol, aunque no lo encontraron en toda la primera parte, ni siquiera cuando Tévez dispuso de un penalti, provocado por Silva, que detuvo Al-Habsi, el portero del Wigan, que se convirtió en la estrella de su equipo y del partido, con permiso de Agüero. También en la primera parte, Richards y Kompany dispararon al travesaño y al palo, respectivamente.

 

El 1-0 con el que se llegó al descanso se antojaba corto para el fútbol mostrado por los de Manchester ante un Wigan que intentó jugar al fútbol a base de combinaciones, pero no pudieron hacer nada ante la superioridad física y técnica del City.

 

La segunda parte fue más de lo mismo, salvo que Nasri, que sustituyó a Tévez a falta de media hora, se unió a la fiesta. De hecho, el francés tan solo necesitó dos minutos para trenzar una jugada con Silva que Agüero finiquitó brillantemente para colocar el 2-0. No contento con sus dos goles, Agüero sentenció el partido anotando su tercer gol de la tarde y el tercero de su equipo a falta de veinte minutos tras un excepcional pase de Silva.

 

Los últimos veinte minutos fueron un epílogo innecesario, donde solo destacaron los debuts de varios jugadores en esta Premier League. Albert Crusat lo hizo para los «latics», mientras Balotelli y Abdul Razak, un joven de 18 años del que se espera mucho, hicieron lo propio para los locales.

 

En definitiva, demasiado fácil para un Manchester City que ha logrado cuatro victorias en otros tantos partidos. Bien en defensa y creativo en ataque, este City va a ser muy difícil de batir.

 

Por contra, el Wigan demostró, una vez más, su inocencia en las áreas. En ataque, jugó el balón siempre con criterio, pero no fue capaz de crear claras ocasiones de gol. En defensa, tal y como demostró la temporada pasada, en la que encajó 61 goles, es un auténtico coladero del que Tévez, Agüero y compañía han abusado como si de juveniles se tratara. Difícil lo va a tener el Wigan para mantenerse en la Premier League si sigue así.