Premier League
Fulham | 2 |
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Manchester City | 4 |
Ficha técnica |
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2 – Fulham: Stekelemburg; Riise, Senderos (Amorebieta, 35), Hughes, Riether; Sidwell, Parker, Karagounis (Bent, 82), Richarson, Dejagah (Kasami, 65); Taarabt. |
4 – Manchester City: Hart; Kolarov, Kompany, Demichelis, Clichy; Fernandinho, Touré Yayá, Silva (Javi García, 84), Nasri (Milner, 74); Dzeko (Jesús Navas, 57), Negredo. |
Goles: 0-1, m.23: Touré Yayá. 0-2, m.42: Kompany. 1-2, m.49: Richardson. 2-2, m.69: Kompany (p.p.). 2-3, m.78: Jesús Navas. 2-4, m.84: Milner. |
Queda fuera de toda duda que el Manchester City es el equipo más poderoso de Inglaterra y uno de los más fuertes de Europa. Tal es su nivel, que en faenas menores se permite mirarse al espejo, enamorado de si mismo. La visita a Craven Cottage se le pudo complicar al conjunto de Pellegrini, sin Sergio Agüero, ante un buen Fulham que empieza a dar síntomas de mejora. Eso sí, para los londinenses es mejor no mirar la clasificación.
Con Taarabt de falso ariete en los locales y Clichy en el lateral diestro como principales novedades, arrancó un partido en el que Meulensteen intentó enredar a su rival en el centro del campo con una telaraña conformada por Sidwell, Parker y Karagounis, evitando que Fernandiho y Touré se acercasen al área. Por el costado diestro, Riether y Dejagah inquietaban a los citizens, pero el encefalograma del partido era plano hasta entonces.
La excesiva horizontalidad del duelo se rompió momentáneamente con una oportunidad en cada área. Primero fue Taarabt, quien obligó a Joe Hart a sacar una gran mano abajo, tras inoportuno resbalón de Clichy. A renglón fue David Silva quien a dejada de Dzeko, estampó su disparo en el larguero de Stekelenburg. La lluvia comenzó a arreciar en la ribera del Támesis y el partido volvió a estancarse.
El City se mueve como un Rolls. Acelera cadenciosamente a través de asociaciones en corto hasta que mete la quinta marcha pero cuando el camino se llena de piedras, le cuesta avanzar e imponer su poderío. Sin embargo para ello dispone de un motor como Yayá Touré, capaz de mover a su equipo entre ciénagas. Una falta mal interpretada como tal por Kevin Friend, la reventó el marfileño en la escuadra de los cottagers. Fácil y perfecto, inalcanzable para el arquero holandés del Fulham.
Pese a la buena disposición local, los citizens comenzaron a combinar a mayor velocidad. La presión adelantada del cuadro londinense abrió el partido, disponiendo Edin Dzeko de hasta tres ocasiones para anotar y reclamar su sitio en el equipo. Las falló todas. Adel Taarabt también tuvo la suya, pero atajó Hart. Quien no perdonó fue Vincent Kompany, quien en una falta lateral botada por Silva y a dejada de Demichelis, con la puntera embocó. ¿Jaque mate?
No, porque al City le incomoda la rutina. Aburguesado, no salió al segundo con la misma agresividad. Una displicente pérdida de David Silva en tres cuartos y un peor repliegue ante la carrera de Adel Taarabt desembocaron en el gol de Richardson. Todo ello precedido de una enorme jugada y asistencia del marroquí, talentoso e irregular a partes iguales. Parker y Karagounis comenzaban a conectar, pero tenían al enemigo en casa con Sidwell, quien además evitó el empate arrebatándole el gol a Taarabt cuando el gol ya se cantaba.
Tuvo que ser Vincent Kompany quien hizo las tablas. Se marchó por banda el activo Riether y su centro raso lo envió a la red el central belga tras un mal despeje y un absurdo efecto que se coló en las mallas citizens como la mejor de las vaselinas, para estupor e impotencia de Joe Hart. Como tantas otras veces, el City había decidido echarse una siesta.
Pero se sabe que los de Manchester siempre dan su mejor imagen cuando peor es el escenario. Y Craven Cottage ayer, lo era. Se volvieron a apoderar Touré y Fernandinho del partido a las bravas y los visitantes reaccionaron rápido: Silva, flotando en los tres cuartos y libre de marca, vio a Jesús Navas. Su balón al espacio lo aprovechó el andaluz para hacer desistir al Fulham.
Y por si fuera poco, Álvaro Negredo se sacó de la chistera un estupendo pase de exterior que James Milner agradeció colocando el cuarto en el marcador. Ante tal situación, a los de Meulensteen no les quedó otra que la capitulación. El mismo delantero vallecano tuvo alguna opción para inaugurar su cuenta personal ayer, pero los mancunianos se conformaron con el 4 a 2.
Solo ante la adversidad reaccionó el Manchester City, necesitado como parece que está de acicates para desplegar su vasto potencial. En las malas, los de Pellegrini se confirman como una escuadra temible, algo de lo que habrán tomado nota en Barcelona. El desconsuelo para los cottagers es mirar su penúltima posición liguera. En cualquier caso, hay derrotas y derrotas y la de ayer no debería animar a la deserción. Un camino que por otra parte, parece haber tomado Dimitar Berbatov, antaño pieza clave para el equipo ribereño de Londres.