Las formaciones iniciales dejaron sensaciones opuestas. Lógicamente, el Bolton salió con los mismos once jugadores que no tuvieron piedad de un flojo QPR la semana pasada (0-4). En cambio, Roberto Mancini volvió a hacer de las suyas. Era evidente que tras la media hora disputada por el «kun» Agüero el pasado lunes, éste debía ser titular, pero no en detrimento Adam Johnson, también uno de los hombres más destacados ante el Swansea. Además, James Milner entró por el lesionado De Jong y Kolarov ocupó el lugar de Clichy en el lateral izquierdo.
El inicio del encuentro sorprendió a cuantos hayan conocido los equipos entrenados por Mancini. Salió a buscar el balón y a dominar el partido y, lo más importante, lo consiguió. Los «citizens» monopolizaron el balón en los primeros 45 minutos, logrando posesiones largas y creando multitud de ocasiones en la portería rival, aunque primero Jaaskelainen y posteriormente el desacierto de Agüero hicieron que el marcador no se moviera. Sin embargo, semejante superioridad auguraba malos presagios para los «trotters», augurios que se confirmaron en el minuto 26, cuando Richards puso un balón atrás a Silva para que golpeara desde el borde del área. Su disparo se coló en la portería tras un calamitoso error de Jaaskelainen digno de De Gea.
El gol no cambió el ímpetu del City, que siguió buscando la portería rival con ahínco. De hecho, puso el 0-2 diez minutos más tarde tras un córner sacado 30 metros hacia atrás, desde donde Barry envió un misil inapelable al fondo de la red.
El partido parecía acabado, pues el Bolton nunca se acercó a la portería rival, pero los de Owen Coyle lograron su primer gol de la tarde en la jugada siguiente al gol de Barry con una buena jugada colectiva que acabó en los pies de Petrov, que puso un centro raso al corazón del área, donde Klasnic empaló a la perfección un disparo con la izquierda para poner el 1-2 en el electrónico justo antes del descanso.
La sensación en la pausa era que los «citizens» habían merecido una ventaja de tres goles cuando menos, y, sin embargo, tan solo había uno de diferencia. Conscientes de la peligrosidad del resultado, los «citizens» salieron como una exhalación en busca del tercer gol que finiquitara el partido, y lo consiguieron cuando no habían transcurrido ni dos minutos de la segunda parte. Dzeko ganó la posición al central Knight, que estuvo horrible todo el encuentro, y encaró en un mano a mano a Jaaskelainen, al que batió con un lanzamiento colocado.
Por segunda vez en el encuentro, la victoria parecía asegurada para el Manchester City, y, por segunda vez, el Bolton resucitó de la nada. Otro gran centro del eterno Martin Petrov fue cabeceado de forma excelente por Kevin Davies, que, a falta de media hora, acortó distancias y puso el miedo en el cuerpo del ya de por sí temeroso Roberto Mancini.
Pese a ello, el partido finalizó con un Manchester City pidiendo la hora ante un Bolton que solo se acercó a base de balonazos largos, sin ser capaz de trenzar jugadas. Por su parte, el Manchester City se echó atrás e hizo lo que mejor sabe hacer, defender. Solo destacaron algunas maniobras de Tévez y Adam Johnson, que sustituyeron a Agüero y Dzeko.
Esta derrota resulta un duro golpe para el Bolton, que, más allá de perder, no fue capaz de desplegar su juego. Se vio superado en defensa, concediendo numerosas claras ocasiones al equipo rival, y en ataque, siendo incapaz de trenzar las jugadas que tanto le gustan a Owen Coyle. La derrota ha evidenciado que la goleada de la semana pasada ante el QPR fue un espejismo, todavía tienen mucho margen de mejora, un margen que deberán estrechar si pretenden consolidarse en la parte alta de la tabla.
En cambio, todo son buenas noticias para Roberto Mancini. El Manchester City ha logrado seis puntos de seis posibles, Tévez ha vuelto a jugar, y, lo más importante, ha demostrado ser un serio candidato a la Premier League. A diferencia de los partidos anteriores, los «citizens» han sido capaces de tomar el balón y someter a su rival, estando, a diferencia de la temporada pasada, más pendientes de atacar que de defender. Los jugadores más destacados han sido, sin duda, David Silva y Edin Dzeko. El español se ha erigido el líder del equipo, ejerciendo de todocampista: defiende, distribuye y marca goles. Por su parte, Dzeko se está asentando en la titularidad a base de presionar, recibir balones de espalda, creando ocasiones de gol para los demás y para sí, y, evidentemente, anotando goles. La única mala noticia para los «citizens» es que el buen hacer de Dzeko complicará a Johnson y Tévez ganarse la titularidad, siendo estos dos últimos rotundamente superiores al jugador bosnio, aunque bien es cierto que este último ha rendido a muy buen nivel hasta ahora. Además, condena a Mario Balotelli al ostracismo. El italiano tiene por delante a Johnson, Tévez, Dzeko y Agüero. Veremos si se contenta con jugar la Carling Cup y la FA Cup.
Bolton Wanderers: Jaaskelainen; Steinsson, Cahill, Knight, Robinson; Eagles (Pratley, 78), Muamba (M. Davies, 60), Reo-Coker, Petrov; K Davies, Klasnic
Manchester City: Hart; Richards, Kompany, Lescott, Kolarov; Barry, Milner, Y Toure, Silva (Zabaleta, 89); Dzeko (Johnson, 80), Aguero (Tévez, 67)
Goles: 0-1: Silva (25), 0-2: Barry (37), 1-2: Klasnic (39), 1-3: Dzeko (47), 2-3: Davies (63)