Los dos equipos llegaban invictos a este encuentro. La única diferencia residía en que el Manchester City cosechaba tres victorias en fila y el Watford tres empates. La diferencia entre el candidato número uno a la liga y un recién ascendido.

 

Manuel Pellegrini logró mantenerse en su cargo después de una temporada con muchas dudas en la que llegó a estar en la cuerda floja, pero un gran sprint final en Premier le permitió seguir al mando del equipo. Los dirigentes deben estar contentos con su decisión, ya que los Citizens arrancaron con un andar arrollador este agosto. En cuanto al equipo, Pablo Zabaleta, Gael Clichy y Wilfried Bony no se encontraban disponibles por distintas lesiones. Nicolás Otamendi, la última incorporación, todavía no tiene el permiso de trabajo que lo habilitará para jugar así que no fue convocado.

 

Del otro lado estaba el equipo del español Quique Sánchez Flores, que desde su regreso a la Premier no ha hecho más que empatar. Los Hornets enían que afrontar su primera prueba de fuego en esta temporada en la visita al Etihad Stadium. Las estadísticas eran halagüeñas: en sus anteriores 39 partidos como visitante en la máxima categoría, sólo pudieron llevarse la victoria en tres ocasiones.

 

En la primera mitad, el City buscó la ventaja por medio de los encuentros entre David Silva y Raheem Sterling pero no pudo encontrar los espacios y la claridad debido a la maraña de centrocampistas que dispuso Quique Sánchez Flores alrededor de Yaya Touré. Las situaciones más claras llegaron gracias a la presión alta de Fernandinho, quien con dos grandes quites generó dos remates que fueron lo más cercano que estuvieron los Citizens de anotar en el primer tiempo, aparte de una gran jugada individual de Sterling. Los visitantes solamente se pudieron acercar mediante la vía aérea, tras algún que otro saque de esquina y evitaron irse abajo al vestuario gracias a las tapadas de Heurelho Gomes, el exarquero del Tottenham.

 

Los locales siguieron buscando la ventaja pacientemente pero sin generar ocasiones claras. Los Hornets trataban de retener el balón mediante la circulación de José Manuel Jurado y Valon Behrami. Sin embargo, eso no sirvió de mucho ya que, apenas comenzado el segundo tiempo, los dirigidos por Pellegrini encontraron la ventaja. Tras una buena jugada de Silva que acabó con apertura hacia Sagna, el lateral francés arrojó un centro preciso hacia Sterling, quien sólo tuvo que empujar el balón para vencer a Gomes. De esta manera, el Manchester City se ponía por delante en el marcador.

 

Diez minutos después, los de celeste liquidaron el cotejo. Tras un tiro libre de Touré que dio en la barrera, Fernandinho, el mejor del partido, tomó el rebote y jugó con David Silva, quien lo asistió de manera genial para que el volante brasileño amplíara la ventaja. Un gran remate para culminar la jugada y redondear otra muy buena actuación del exjugador del Shaktar Donetsk.

 

Después del segundo gol, el partido dejó de ser tal. El City cuidó la ventaja gracias a buenas actuaciones de Kompany y Sagna, y también tuvo chances para estirarla. A pesar de la derrota, el Watford demostró que no va a ser simple para nadie vencerlos esta temporada, aunque deberán empezar a sumar victorias si no quieren complicarse la existencia.

 

El Manchester City sigue de racha y logró por primera vez en su historia diez victorias seguidas en liga, superando una marca que databa de 1912, en parte gracias a la solidez defensiva del equipo, que solo ha encajado dos goles en el transcurso de esta racha y ninguno todavía esta temporada. Todavía es muy temprano pero ya le sacaron ocho puntos de ventaja al Chelsea, el vigente campeón. Y eso que Sergio Agüero, el jugador más determinante del equipo, todavía no encontró su mejor forma. Faltan aparte sumarse las incorporaciones del central argentino Otamendi y de Kevin De Bruyne, con el cual ya parece estar todo cerrado. Si sigue con este paso firme, será difícil que los Citizens no se lleven su tercera Premier en cinco años.