La derrota por 1-0 del Manchester City contra el Borussia Dortmund en su último partido de la fase de grupos selló la peor participación de un equipo inglés en la historia de la Champions League. Los Citizens han logrado solo tres puntos en la fase de grupos, tras sumar tres empates y tres derrotas. De este modo, el City supera el récord negativo establecido por otro campeón inglés, el Blackburn Rovers, en la Champions League de 1995-96, cuando solo lograron cuatro puntos.
Existen muchas similitudes entre aquel Blackburn y el actual Manchester City. El auge de los Rovers en los años 90 se produjo gracias a la irrupción de Jack Walker, un empresario local del sector del acero y aficionado del club desde su infancia. Walker adquirió el club en la temporada 1990-91 en un momento convulso para el club, que acababa de caer derrotado en las semifinales del play-off de ascenso a la Premier Division (actual Premier League).
La primera temporada de Walker, el club finalizó 19º en la Second Division, pero el empresario invirtió millones de libras en el club, que nombró técnico a Kenny Dalglish en octubre de 1991. Bajo su batuta, los Rovers ascendieron a la recién creada Premier League en 1991-92 tras vencer en el play-off y cerrando una ausencia de 26 años lejos de la élite.
En el verano de 1992, los Rovers rompieron el récord de traspaso en el mercado inglés al fichar a un joven delantero de 22 años llamado Alan Shearer por 3,5 millones de libras procedente del Southampton. Gracias a los goles de Shearer, los Rovers finalizaron en cuarto lugar en 1992-93 y subcampeones en la temporada siguiente. En 1994-95 lograron finalmente el objetivo y se proclamaron campeones de la Premier League en la última jornada a pesar de perder ante el Liverpool.
La temporada siguiente, Kenny Dalglish dejó el banquillo para asumir el puesto de director deportivo y pasó el relevo a su segundo, Ray Harford. Tras conquistar la Premier League, los Rovers pusieron sus miras en Europa.
El sorteo fue benévolo para el Blackburn, que quedó encuadrado en el grupo B junto a Spartak de Moscú, Legia de Varsovia y Rosenborg. Sin embargo, los Rovers empezaron cayendo en Ewood Park ante el Spartak de Moscú por 0-1. A continuación, viajaron a Noruega para enfrentarse al Rosenborg. Cuando parecía que sacarían un empate como visitantes, un gol de Stensaas en el minuto 85 supuso la segunda derrota consecutiva del Blackburn.
A pesar de este mal arranque, los resultados favorecieron a los Rovers, que viajaron a Polonia para enfrentarse al Legia con la obligación de ganar para mantener sus esperanzas de clasificarse para la siguiente fase. Su visita se selló con una nueva derrota por 1-0.
En la cuarta jornada, los Rovers sumaron su primer punto en la Champions tras empatar sin goles con el Legia, un resultado que les dejaba virtualmente eliminados. La confirmación llegó en la triste visita a Moscú, donde los Rovers cayeron por 3-0. El partido será recordado por la bochornosa pelea entre dos jugadores de los Rovers, Graeme Le Saux y David Batty, cuando solo habían transcurrido cuatro minutos de partido.
Ya sin nada en juego, el Blackburn logró su única victoria de la competición ante el Rosenborg gracias a Mike Newell, que marcó el hat-trick más rápido de la historia de la Champions League. Solo nueve minutos, los que transcurrieron entre el 31 y el 40 de la primera parte, tardó Newell en lograr sus tres goles. Un récord que sería batido la temporada pasada por Bafetimbi Gomis cuando logró un hat-trick en siete minutos con el Lyon contra el Dinamo de Zagreb.
Aquí finalizan las similitudes con el Manchester City. Aquel equipo de los Rovers se desintegraría rápidamente. El pésimo inicio en liga en 1996–97 desembocó en la renuncia de Harford a finales de octubre, con el equipo en última posición tras no haber ganado ninguno de sus primeros diez encuentros. La llegada de Roy Hodgson, procedente del Inter de Milán, logró clasificar al club para la Copa de la UEFA tras finalizar sexto en 1997-98. Sin embargo, Hodgson fue despedido la temporada siguiente y el club acabó descendiendo en la penúltima jornada de liga. Un futuro que difícilmente sufrirán los Citizens. Al menos mientras el dinero siga fluyendo desde Oriente Medio.