Reunir a más de 22.000 espectadores un martes invernal a las ocho de la tarde en Selhurst Park, el estadio del londinense Crystal Palace, no es algo fácil de lograr. Sin embargo, no es nada comparado con el hecho de que un equipo de Championship esté presente en la final de la Carling Cup. Afortunadamente para los aficionados neutrales, el partido de este martes dejó más preguntas que respuestas en cuanto a qué equipo disputará el título en Wembley contra Liverpool o Manchester City.

 

El Cardiff, a priori favorito por su mejor trayectoria en liga (3º a dos puntos del líder, mientras que su rival ocupa la 11ª plaza, nueve puntos por detrás), salió dispuesto a comerse a su rival. Dominó claramente los primeros compases del encuentro, aunque más por empuje que por calidad técnica. El mejor resumen de la estrategia ofensiva del Cardiff visto en la primera parte fueron los centros al área de Gunnardson desde la banda, a imagen y semejanza de los de Rory Delap, el centrocampista del Stoke.

 

Por desgracia para los galeses, su mayor intensidad fue insuficiente para batir al portero argentino Julián Speroni. Y no solo no pudieron romper el cerrojo local, sino que el Crystal Palace se adelantó justo antes de la media parte. Lo hizo gracias a una pésima salida del guardameta Tom Heaton tras un centro de Ambrose. El defensa Gardner aprovechó el error del habitual portero suplente para cabecear a placer el balón y colocar el 1-0 en el electrónico.

 

El gol hizo estallar la alegría de los seguidores de los «eagles», que estallaron de alegría en las gradas. Sus cánticos parecieron transmitirse a los jugadores del Crystal Palace, que dominaron el inicio de la segunda parte. Ayudados por el árbitro, que anuló inexplicablemente un gol al escocés Kenny Miller, los londinenses lograron mantener su estrecha ventaja, sufriendo tan solo en los minutos finales del encuentro.

 

La estrecha victoria del Crystal Palace no debería esconder la realidad de que el Cardiff City es mejor equipo que su rival. Más allá de algunos de sus jóvenes, como Wilfried Zaha y Nathaniel Clyne, que no pudo jugar esta noche por un virus, el Crystal Palace es un equipo limitado. Por contra, el Cardiff City cuenta con jugadores de la talla de Whittingham, Gunnardson, el mejor de su equipo en el partido, y el goleador Kenny Miller (9 goles esta temporada). El resultado es excelente para el Palace, que ha mantenido su portería a cero, algo clave en una eliminatoria a doble partido, pero el Cardiff todavía tiene argumentos más que suficientes como para pensar que pueden ser ellos los que viajen a Wembley.