Tony Pulis aterrizó en Selhurst Park en septiembre de 2013 para intentar obrar el milagro de salvar al Crystal Palace. Algo que se presagiaba imposible ante el teórico nivel de la plantilla de las “águilas”. Sin embargo, no sólo salvó al equipo de la quema sino que acabaron plácidamente en la zona tibia de la tabla. El futuro se antojaba brillante, pero desavenencias con la directiva desembocaron en la dimisión del técnico galés. Para reemplazarle, llegó Neil Warnock, que fue despedido meses después ante su decepcionante desempeño. Y entonces fue cuando Alan Pardew volvió a la que fue su casa como jugador y mejoró los impresionantes guarismos del técnico galés que, no obstante, regresó en marzo de este mismo año al sur de Londres para derrotar por 0-2 a su exequipo. Ahora le tocaba hacerlo de nuevo.

 

Desde el primer minuto fueron los londinenses quiénes mostraron superioridad. Con una mayor fluidez en ataque, fueron empujando hacia su propia área a los Baggies. Pero es ahí donde éstos se mueven como pez en el agua: el West Brom llegaba a este partido sin haber encajado ni un sólo gol como visitante en esta presente campaña por lo que perforar su muro defensivo iba a ser un complicado reto para los de Pardew. La banda derecha fue la vía más frecuentada por parte de los locales con un Wilfried Zaha que desbordaba una y otra vez a un Chris Brunt que reflejó el hecho de ser un extremo reconvertido recientemente a lateral. Ya que por el lado izquierdo Yannick Bolasie no estaba pudiendo con Chris Dawson y que por el centro había sobrepoblación de efectivos rivales, Zaha se convirtió en el gran protagonista. Sin embargo, los de Pulis se defendieron con gran entereza e hicieron imposible que el Palace pudiese rematar.

 

En la segunda parte, el Palace empezó a estirar algo más sus contrincantes, haciéndoles salir de su área para así crear más espacios a su espalda. El West Brom continuaba repeliendo las acometidas, mientras que estaban también empezando a asomar en campo contrario después de un primer tiempo en el que su ataque fue simplemente nulo. Lo intentasen por lo donde intentasen, los pupilos de Pardew chocaban con la retaguardia de los de las Midlands. Pero el que la sigue la consigue y finalmente las “águilas” consiguieron producir una pequeña fisura. Y no la desaprovecharon. Tras un saque de esquina lanzado por Yohan Cabaye, el balón cayó en un Puncheon que se la devolvió al francés para que éste mandase un preciso centro al segundo palo que Bolasie cazó para marcar el 1-0. Un gol que, además, suponía su primer gol en Selhurst Park desde marzo de 2013.

Tras esto, los visitantes movieron ficha con la introducción del eléctrico Callum McManaman para así añadir una más que necesitada variante ofensiva. Con un Palace algo más calmado tras anotar al fin su ansiado gol, los de Pulis dieron un paso hacia delante buscando devolver la igualdad al luminoso. Empezaron a inquietar a Wayne Hennessey y compañía, pero no lograban la claridad suficiente arriba. Y el Palace sacó partido de ello. En el sprint final, Hennessey mandó un balón largo para Zaha, que acto seguido efectuó una pared con Frazier Campbell y se plantó en el área rival, donde Chris Brunt terminó cometiendo un penalti (que parecía inevitable) sobre el exjugador de los Red Devils. Cabaye se encargó de ejecutarlo y poner el definitivo 2-0 para un Palace que, cada vez más, sueña con romper sus límites.