Aaron Cabado

El derrumbe del Crystal Palace

La dinámica negativa en la que se encuentran los Eagles les ha alejado de su objetivo en la presente temporada. Alan Pardew, héroe el año pasado, pasa por su primer gran bache al frente del conjunto londinense

 
Hasta hace dos o tres meses, Alan Pardew era uno de los entrenadores de moda en la Premier League. La temporada pasada, cuando el técnico inglés llegó al Crystal Palace, éste ocupaba la decimoctava posición. Finalmente el equipo acabó en el décimo puesto, logrando la salvación con varias fechas de antelación. Los Eagles sumaron 33 puntos en las últimas 20 jornadas, más que suficientes para huir de las posiciones que conducen al erebo de la Championship. Además, el Newcastle, club al que entrenaba Pardew en la primera mitad de esa temporada 2014/15, sufrió un estrepitoso bajón de rendimiento con la marcha del arrogante técnico inglés: los Magpies transitaban por una cómoda décima posición, pero una dinámica nefasta provocó que se acabasen viendo envueltos en la lucha por la salvación.
 
La combinación de estos dos factores creó una fuerte corriente de hype alrededor de Alan Pardew, que fue señalado por muchos como un técnico a tener en cuenta para el banquillo de un grande, e incluso fue mencionado entre los posibles candidatos a coger la selección nacional. Este verano, el equipo londinense se reforzó con el objetivo de asentarse en el top-10 de la Premier League, destacando esencialmente la contratación de Yohan Cabaye, quien ya había coincidido con el entrenador de Wimbledon en el Newcastle. No fue el único: Connor Wickham, Bakary Sako o Patrick Bamford (cedido) también aterrizaron el Selhurst Park.
 
Después del gran final de temporada 2014/15, había muchas expectativas puestas en el Crystal Palace. No había una pretensión muy elevada (no se le puede exigir a este equipo que quede entre los cinco primeros) más allá de estar entre los ocho o diez primeros y ser un equipo competitivo. Los compases iniciales de la campaña fueron bastante buenos para el club del sur de Londres, especialmente jugando a domicilio, donde lograron victorias importantes en Carrow Road, Stamford Bridge o en el Vicarage frente al Watford. La solidez defensiva, el buen criterio de Cabaye en la organización del juego y la imperiosa verticalidad que le dan al juego hombres como Wilfred Zaha, Yannick Bolasie o Bakary Sako son algunas de las señas de identidad de este Crystal Palace.
 
La victoria de los Eagles en Anfield (1-2) ante el Liverpool de Jürgen Klopp dio inicio al periodo más fértil de la temporada de los londinenses, en el que sumaron 13 puntos de 18 posibles. El 19 de diciembre, el Crystal Palace vencía al Stoke City a domicilio, ubicándose en el sexto puesto de la tabla y a escasa distancia de la zona de acceso a Champions League.
 
Fue la última ocasión en la que el equipo de Pardew sumó tres puntos. De hecho, esa misma cifra, tres, han sido los puntos conseguidos por los Eagles desde entonces: ocho encuentros, tres empates y cinco derrotas. El Palace, pues, no conoce la victoria en Premier en 2016, cayendo consecuentemente hasta el decimosegundo lugar de la tabla clasificatoria. Sería utópico pensar que los londinenses acaben peleando por no descender, pues tiene una plantilla superior a la de equipos como Aston Villa, Sunderland, Norwich, Bournemouth o West Brom. Sin embargo, el Crystal Palace parece condenado a deambular en la zona media de la tabla lo que resta de temporada: muy lejos de Europa y con la distancia suficiente sobre la zona baja. Los de Pardew se han descolgado demasiado pronto, y esta nefasta dinámica ha provocado que una temporada buena haya tornado en mediocre.
 
El alarmante bajón de rendimiento ha coincidido con la lesión del extremo Yannick Bolasie, cuyo último encuentro fue, curiosamente, aquella última victoria en el Britannia. En los ocho partidos que se ha perdido, los chicos de Pardew sólo han anotado tres goles, por lo que es obvio que su baja ha dejado mermada la producción ofensiva de un equipo que depende en exceso de las acciones individuales del congoleño y de Wilfred Zaha para crear peligro desde los costados.
 
Además, el Crystal Palace adolece de una grave falta de gol. Bolasie y Zaha crean ocasiones, pero los delanteros de los Eagles no las convierten en goles. Entre Connor Wickham, Freizer Campbell, Marouane Chamakh, Dwight Gayle y Patrick Bamford han marcado un gol en toda la temporada, y ha sido desde el punto de penalti a cargo del primero. Ninguno de los puntas del conjunto londinense ha destacado nunca por ser un artillero consolidado de los que ofrecen números estratosféricos (a excepción de Bamford con el Middlesbrough, en Championship), pero incluso así están respondiendo por debajo de las expectativas. Para tratar de solucionar el problema, se ha acometido el fichaje de Emmanuel Adebayor. El togolés sí presenta un currículum que atestigua que está capacitado para marcar goles. El problema reside en que se antoja complicado que tras tanto tiempo de inactividad pueda recuperar el nivel de antaño.
 
De todos modos, la falta de gol no es el único motivo que explica el descenso de prestaciones de los de Alan Pardew, porque ese es un mal endémico que llevan arrastrando toda la temporada, incluso cuando rondaban posiciones europeas. La línea de zagueros del Crystal Palace, formada por Scott Dann, Damien Delaney, Joel Ward y Pape Souaré, fue durante la primera vuelta una de las más sólidas de la Premier, con 16 goles encajados en 19 jornadas. En la segunda vuelta, por el contrario, ya han concedido 14 tantos en 6 encuentros, diferencia notable que se refleja en la tabla clasificatoria. Sin embargo, la línea defensiva sí está cumpliendo con el rol reservado para los atacantes: marcar goles. Si los delanteros del Crystal Palace han marcado un gol en toda la temporada, sus defensas han anotado hasta en ocho ocasiones (mayoritariamente gracias a la aportación de Dann, con cinco).
 
Los Eagles necesitan reconducir su rumbo para poder cumplir con el objetivo de quedar en la mitad alta de la tabla. En principio, el sexto clasificado de la Premier debería clasificarse para competiciones europeas. Esa plaza actualmente la ocupa el West Ham, que tiene siete puntos más que el Palace. Sin embargo, peleando por ese puesto hay una competencia extensa: Liverpool, Southampton o Everton son algunos de los candidatos, y quizás, quién sabe, el Chelsea de Guus Hiddink, aunque sigue relativamente lejos. Si Alan Pardew quiere que su equipo compita con ellos, deberá solucionar algunos problemas: lograr que sus delanteros marquen con más asiduidad, que Cabaye recupere el nivel de principios de temporada, que sus zagueros vuelvan a ser sólidos y que futbolistas como Jason Puncheon den más de sí. Y recuperar a Bolasie. Con el congoleño todo es más fácil en Selhurst Park.
 

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Aaron Cabado