Corren tiempos difíciles en Newcastle-upon-Tyne. Los Magpies están en puestos de descenso, penúltimos, sólo por delante del Aston Villa. Sin duda, la temporada del equipo de Steve McClaren no está siendo nada alentadora para sus aficionados. Que, a estas alturas, ya deberían estar acostumbrados.
El Newcastle sólo ha sumado una victoria esta temporada. Ha marcado un gol como visitante y es el equipo que más tantos recibe junto con el Bournemouth. Sin embargo, empató en Old Trafford frente al Manchester United, sumó un empate ante el Chelsea a pesar de su gran labor tras gozar de una ventaja de dos goles y perdió contra el Arsenal 0-1 tras jugar una hora del encuentro con un hombre menos por la expulsión de Aleksandar Mitrovic. Cierto es que también han tenido las urracas malas actuaciones en la goleada ante el Manchester City (6-1 a pesar de adelantarse en el marcador), la derrota ante el Watford en casa (1-2) o la incapacidad de competir en los campos de Swansea o West Ham (2-0 en ambos casos).
Dicho esto, y viendo que el rendimiento de las urracas no es tan malo como reflejan los resultados, ¿cómo explicar el rendimiento a nivel de puntos? Aunque parezca una excusa sacada del manual del peor entrenador, al Newcastle le está faltando suerte. Sin ir más lejos, en el derbi de Tyne&Wear del pasado fin de semana, un penalti a su favor no pitado derivó en un ataque del Sunderland que acabó con penalti a favor de los Black Cats y la injusta expulsión de Fabricio Coloccini. Tan injusta que la federación inglesa le retiró la tarjeta tras la apelación del Newcastle.Estos aspectos coyunturales marcan la diferencia. Los aficionados del noreste inglés pasan por días difíciles tras una decisión equivocada que acabó en una abultada victoria de su eterno rival sobre su equipo. Y se ven en puestos de descenso tras jugar frente a los cuatro equipos ingleses que participan en Champions League en diez jornadas. Hasta enero (concretamente el día 2 frente al Arsenal), el equipo de Steve McClaren no tendrá que enfrentarse de nuevo a uno de los equipos más potentes de la competición. Tras la tormenta siempre sale el sol. Y como último añadido, los Magpies han sufrido una pléyade de lesiones como ningún otro equipo de la liga. A finales de septiembre eran once los afectados. La portería es el mejor ejemplo de la mala fortuna del club. Tim Krul, pieza clave del equipo, se perderá lo que resta de temporada tras lesionarse con su selección. Su sustituto, Karl Darlow, también está en el dique seco, lo que ha obligado a McClaren a alinear al tercer portero, Rob Elliot.
Paradójicamente, el rendimiento de varios de sus jugadores está siendo óptimo. A excepción de Florian Thauvin, los otros tres fichajes están funcionando mejor de lo esperado. Chancel Mbemba es indiscutible en el centro de la zaga junto a Coloccini, Georginio Wijnaldum es la sensación del equipo tras sus cuatro goles al Norwich y Mitrovic apunta a ser uno de los delanteros referencia de la competición a medio plazo. Sobre todo cuando logre frenar sus impulsos, que ya le han costado dos amarillas y una roja.
Considerando su calendario más próximo, el factor pasado de las lesiones, el rendimiento mostrado ante los equipos más grandes y el acierto con los fichajes, las expectativas del Newcastle deben ser positivas. Las urracas deben remontar el vuelo.
