Leandro Bianchi

El dilema Moyes

El técnico escocés no termina de encajar en el mundo Red Devil. A pesar de la clasificación para octavos de Champions, el equipo está ubicado en una mediocre novena posición en liga. Leandro Bianchi, profundo conocedor del escocés, trata de analizar las causas de ese andar irregular.

 
Como fiel seguidor de Everton desde hace muchos años, he seguido de cerca y conozco profundamente la filosofía de David Moyes. Creo no equivocarme al diagnosticar los motivos de su difícil adaptación al Manchester United. Es claro que el sistema de juego implementado por más de una década por Moyes en los Toffees debía evolucionar al mudarse a Manchester. También es cierto que durante su estadía en Merseyside, el exzaguero del Celtic tuvo que variar muchas veces el sistema de acuerdo a la materia prima existente, pero en muchas ocasiones la idea siempre fue priorizar el orden y el sistema defensivo por sobre el ataque, con la notable excepción de la última temporada, donde el equipo mostró un juego defensivo y exhibió la peor faz defensiva en mucho tiempo (¿acaso habrá estado preparando el terreno para salida?). En el United, no hay lugar para especulaciones y el equipo debe ser protagonista, algo no muy apegado al pensamiento del remplazante de Sir Alex Ferguson, que todavía no ha podido amoldarse a las exigencias de su nuevo cargo. Esa adaptación todavía no ha podido lograrse y acá hay culpas compartidas desde lo dirigencial y desde el aspecto técnico.
 

El United fracasó en verano y la culpa recae en Woodward, no en Moyes

El fichaje de Fellaini fue un error y Moyes lo puede pagar caro

Es palpable que los «diablos rojos» han fracasado estrepitosamente en el mercado de fichajes. Acá no solo es la culpa del nuevo técnico: el club entero tardó en moverse y no fue en busca de un lateral izquierdo, de un delantero más, y de un acompañante y reemplazante para Carrick. Y acá todos se preguntaran, ¿y Marouane Fellaini? No es lo que se necesitaba en ese puesto. Ahí el equipo necesitaba un mediocampista mixto, de esos que organizan juego, que dan salida, aportan el primer pase e inician el ataque, y que siempre están bien ubicados para defender y a la hora de realizar coberturas. Y acá Marouane no encaja, el belga siempre ha ofrecido su mejor versión como segunda punta, por delante de un doble pivote compuesto por un mediocampista defensivo y otro mixto con llegada permanente al gol y como destinatario de salidas directas cuando el equipo no tiene opción de juego en corto. Sabido es que con la calidad de jugadores del United desde mitad de cancha en adelante hay poco lugar para que Fella juegue en ese puesto y se aproveche su verdadero potencial. Y acá todos se preguntaran nuevamente, ¿y como integrante del doble pivote siendo el que se suelta en ataque? Ante un equipo protagonista, Fellaini no es de esos volantes que se caractericen por la velocidad y cuando juega en esa posición queda en mitad de camino, es decir, no llega a concretar y queda mal parado a la hora de retroceder. A mi entender, la llegada de Fellaini por ese precio no fue la correcta, podrían haberse buscado otras alternativas para el puesto en cuanto a calidad y cantidad. Posiblemente, la culpa recaiga en Ed Woodward, un contable con poca experiencia en el mercado de fichajes que sustituyó en verano al omnipresente y todopoderoso David Gill.
 
Lo más flojo que mostró Everton la temporada pasada lo demuestra el Manchester United esta temporada: el retroceso defensivo. Y para un equipo que pretende ser protagonista, ese es un pecado mortal. En Everton se pecaba de no contar con un buen tándem defensivo en el mediocampo y en este United ocurre lo mismo. Moyes siempre pregonó el orden defensivo pero ante el protagonismo que exige el lado rojo de la ciudad de Manchester, estas carencias quedan expuestas partido a partido.
 
Entre otra causal encontramos la de no poder encontrar un equipo base. En Everton (ya sea por la falta de plantel o de jerarquía) era muy habitual ver un equipo que saliera casi de memoria y que cambiara en poco de una semana a otra. En este United pasa todo lo contrario: salvo De Gea, Evra y Rooney, el resto va variando con el correr de los partidos, ya sea por la rotación de las competencias, lesiones o por no consolidar el rendimiento. De más está decir que Manchester United carece de un estilo de juego definido, no se percibe a simple vista trabajo táctico alguno y los malos resultados dan fe de ello.
 
Como buena noticia para Moyes está la clasificación a octavos en Champions League tras superar un grupo difícil, donde personalmente uno esperaba más de la Real Sociedad, pero lo cierto es que el grupo fue duro, Manchester United lo superó sin problemas y se ilusiona a pesar de que su presente no consolide con juego esa ilusión.
 
Cuando hice futurología en notas anteriores, expresé mi postura de que David Moyes no está hecho para el puesto y lo sostengo. A pesar de solo haber visto su experiencia en Goodison, creo que su carácter y estilo no era lo que el United necesitaba. Valoro mucho su trabajo en Everton y muchas veces ha hecho maravillas con muy poco presupuesto a su alcance pero en la abundancia todavía no ha logrado plasmar esas cosas positivas que supo establecer en Goodison Park. El tiempo dirá quién tiene la razón. Moyes está ante el gran reto de su carrera y a partir de acá sabremos si podrá aspirar a lo que logró su predecesor o si deberá conformarse con ser un buen técnico en equipos de segundo plano.
 

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