El técnico del Everton, David Moyes, admitió que su equipo había superado sus expectativas tras alcanzar la séptima plaza en la Premier League. Una victoria cómoda frente al West Brom, gracias a un disparo de Leon Osman desviado por Gareth McAuley y un chut de Victor Anichebe, ha permitido a los «toffees» superar a sus vecinos del Liverpool.

 

Moyes reconoció que la clave había sido los jugadores que llegaron en enero: Landon Donovan (que ya ha regresado a los LA Galaxy), Darron Gibson, Nikica Jelavic y Steven Pienaar. Desde entonces, el Everton ha progresado a pasos agigantados pero Moyes no las tenía todas consigo tras acumular tres partidos en una semana. «En algunos momentos del partido, acusamos el cansancio físico y mental», dijo.

 

El técnico del West Brom, Roy Hodgson, consideró que su equipo habría podido sacar algo positivo si hubiera logrado empatar en la recta final de la primera parte, cuando Paul Scharner puso a prueba a Tim Howard y Chris Brunt impidió que su compañero Shane Long pudiera aprovechar el rechazo.

 

«Nos faltó el gol, estábamos jugando bien y podríamos haber empatado», dijo Hodgson. «El segundo gol mató el partido, le dio al Everton la confianza que necesitaba para controlar el balón y hacernos daño a la contra. Al final, tuvimos suerte de la buena actuación defensiva de Jonas Olsson y del portero Ben Foster, que nos permitieron no encajar más goles».

 

El West Brom está 14º, a ocho puntos del descenso, pero Hodgson quiere más puntos. «Creo que necesitamos cuatro puntos más y nos quedan siete partidos para lograrlos».

 

Hodgson restó importancia al enfrentamiento entre Foster y Peter Odemwingie en un córner al final del partido. «Peter debe hacer autocrítica. No hizo el trabajo que debía hacer. Sabía sobre los córners en corto, lo dejamos claro antes del partido y no lo hizo. En su defensa, hay que decir que trabajó duro durante el partido. Es una tormenta en un vaso de agua y no ha tenido repercusión alguna en el vestuario, que es lo más importante».