A falta de menos de diez minutos para el pitido final, el Manchester United vencía por 4-2, los aficionados locales celebraban la victoria, Sir Alex Ferguson saludaba a la grada Stretford End y el United estaba en situación de coronarse campeón el próximo lunes en el campo del Manchester City y, de paso, infligir a sus vecinos una humillación difícil de olvidar. Lo que pasó a partir de ese momento podría resultar decisivo para el título.

 

Solo dos minutos separaron los goles de Nikica Jelavic y Steven Pienaar que provocaron el empate y depararon un final frenético en que el United acosó la portería del Everton. Pero esta vez no hubo milagro en el «Fergie time». «No puedo creer que regalaramos el partido», dijo Ferguson tras el encuentro. «El título se decidirá ahora el próximo lunes». El City está a tres puntos del United y superará a sus vecinos si les derrota el lunes gracias a su mejor diferencia de goles. Ferguson reconoció que será el derbi más importante de sus 25 años.

 

Los datos están en contra del United, que todavía recuerda el 1-6 de Old Trafford en octubre. Además, esta es la temporada en que el United ha encajado más goles en casa desde la creación de la Premier League. Ferguson tiene claro el motivo: «Pésima defensa».

 

Quizás la complacencia también tuvo que ver. Con 4-2, el ambiente en Old Trafford era de celebración. Aunque la tarde no había sido precisamente plácida para los locales, que vieron cómo el Everton se adelantaba gracias a un cabezazo de Jelavic a los 33 minutos. Los «toffees» llevan 20 años sin ganar en Old Trafford y venían de caer ante el Liverpool en la semifinal de la FA Cup. Tampoco se juegan ya nada en la liga. No importó. Los «toffees» se convirtieron esta tarde en el tercer equipo en marcar cuatro o más goles en Old Trafford en la historia de la Premier League.

 

El gol inicial de Jelavic, el United reaccionó rápidamente. Minutos después, Nani centró y Wayne Rooney marcó el primero de sus dos goles de la tarde. Con el empate a uno se llegó al descanso.

 

El inicio del United en la segunda parte fue fulgurante. Daniel Welbeck marcó el 2-1 con un disparo a la escuadra y cuatro minutos después, la ventaja se amplió cuando Nani se adentró en el área de penalti, recogió el pase de Welbeck y batió a Tim Howard.

 

Con 3-1, el United se quebró una vez más por el medio. Phil Neville y Darron Gibson, dos jugadores que regresaban a su antiguo club, superaron a Paul Scholes y Michael Carrick. El Everton se negó a darse por vencido y el infatigable Marouane Fellaini marcó tras otro centro de Hibbert para poner el 3-2 a mediados de la segunda parte.

 

Los nervios en Old Trafford desaparecieron con el 4-2 de Rooney tras un pase de Welbeck. Fue el gol 180 del inglés con el United, lo que le convierte en el 4º máximo goleador de su historia, por delante de George Best y Dennis Viollet. Debería haber sido un día de celebración y lo habría sido si Patrice Evra no hubiera cabeceado al palo un centro de Da Silva a los 81 minutos.

 

Dos minutos después, Jelavic marcó su segundo gol, tras un malentendido entre Rio Ferdinand y Jonny Evans. Luego, Da Silva cometió su enésimo error de posicionamiento y permitió que Fellaini cediera a Pienaar para que el exjugador de los Spurs batiera por cuarta vez a David de Gea.

 

Con 4-4, el United echó toda la carne en el asador y Howard sacó con una mano un disparo de Ferdinand e impidió la victoria del United. Ferguson, como luego admitiría, estaba «en estado de shock».