Carles Maronda

El Everton le gana la partida a un Wigan que mereció más (3-1)

Cada equipo controló una mitad y el Everton se llevó el partido por estar más acertado en los metros finales. La aparación del joven Velios, el primer gol de Drenthe con los «toffees» y la lesión de Rodallega, que puede alejarle de los terrenos de juego bastante tiempo, fue lo más destacable del encuentro.

 

Premier League

Everton 3
Wigan 1
Ficha técnica
3 – Everton: Howard, Hibbert, Jagielka, Distin, Baines, Coleman (66, Velios), Fellaini, Rodwell, Bilyaletdinov (59, Drenthe), Osman, Cahill (83, Stracqualursi).
1 – Wigan: Al Habsi, Van Aanholt, Caldwell, Lopez, Figueroa, Gómez (71, Jones), Watson, McCarthy, Moses, Di Santo, Rodallega (91, Maloney).
Goles: Di Santo (30′), Jagielka (32′), Velios (84′), Drenthe (90’+9’)
Fue un buen partido el que vivimos en Goodison Park con dos equipos midiendo sus fuerzas hasta el final y repartiéndose ocasiones y posesión a partes igual. El que se llevó el gato al agua fue el Everton, pero seguro que los “latics” se van pensando que en cuanto mejore su suerte de cara a puerta, los resultados acompañarán al equipo de Roberto Martínez.

Tras unos minutos de tanteo, las ocasiones arrancaron al primer cuarto de hora. Cahill, asistido por Baines, se revolvió dentro del área y lanzó un disparo que rebotó sobre la defensa del Wigan.

 
El Everton llevaba la voz cantante en estos minutos y el Wigan esperaba atrás a que pasará el temporal. Los locales combinaban bien y rápido, ejecutando una presión elevada cuando no gozaban de la posesión. En el minuto 21, Fellaini volvió a gozar de una nueva ocasión para los «toffees» pero después de un centro raso, su remate a dos metros de la línea de gol fue despejado por los visitantes sobre la misma raya de cal.
 
Hasta la media hora el Wigam no pisó el área de Tim Howard, pero cuando lo hizo, trajo verdadero peligro. Primero Rodallega recibiendo un pase en el área y, tras un gran control, quedándose solo ante el meta local. Por suerte para el Everton, Jagielka consiguió meter la puntera enviando el balón a corner antes que el delantero colombiano disparara desde el área pequeña. Pero la suerte del Everton duró poco, ya que en ese mismo córner, llegó el gol de los «latics».
 
Los visitantes sirvieron el saque de esquina al primer palo y el balón cayo a los pies de Di Santo. EL delantero argentino, que está cuajando unos buenos números en este inicio de campaña, recibió y controló el esférico y al verse acorralado por zagueros locales condujo el balón fuera del área. Cuando la jugada parecía que había perdido peligro, el propio Di Santo se revolvió dejando atrás a su par, entrando de nuevo en el área y colocando un disparo que, tras rebotar en un defensa, se colaba por la escuadra.
 
La alegría se desbordaba para el Wigan, que veía como con muy poco fútbol ofensivo conseguía avanzarse en el marcador. Lo que no sabían es que la alegría les duraría muy poco.
 
En el 32, solo dos minutos más tarde que el gol de Di Santo, un corner del Everton servido por Osman encontraba la cabeza de Cahill que remataba al larguero. El rebote caía a Jagielka que, también con la cabeza, empujaba el balón dentro de las mallas.
 
Hasta el descanso el Everton siguió llevando el peso del partido pero no gozó de excesivas oportunidades. Una falta desde la frontal servida por Baines que se marchó fuera servida y un centro de Osman que no encontró rematador, fueron el único bagaje de los «toffees» hasta el receso.

En la reanudación las tornas cambiaron. Esta vez fue el Wigan el que salió mas decidido a poner el cerco a la portería rival y gozó de buenas ocasiones para conseguirlo. Primero una buena internada de Moses hasta la línea de fondo, acabó en un pase atrás que ningún jugador del Wigam acertó a rematar. Más tarde, un falta lanzada por Rodallega que salió a un metro de la escuadra de Howard.

Viendo que el partido se le ponía cuesta arriba, David Moyes dio entrada a tres jugadores que estarían involucrados en las tres jugadas más cruciales hasta el final del partido: Drenthe, Velios y Stracqualursi.

El más destacable de estos cambios fue Apostolos Velios, un joven jugador griego de 19 años fichado el pasado enero. Velios gozó de una buena ocasión nada más salir, pero cuando lo tenía todo de cara para darle el balón a Cahill y dejarlo solo ante el portero, decidió golpear el balón enviando un flojo y centrado chut que Al-Habsi detuvo sin problemas. Pero la redención para el delantero estaba cerca, ya que sus movimientos en la delantera estaban siendo buenos, y llegó en el minuto 82. Velios descolgó un balón en la frontal y abrió el esférico a Osman que lanzó un gran centro. El propio Velios, que ya se había incorporado a la delantera, cabeceó con maestría dentro de la red sin que el guardameta local pudiese hacer nada.

La oportunidad de empate para el Wigan llegó solo un minuto mas tarde, cuando Jones, con un disparo a bote pronto, mando el balón al larguero delante del susto general del público del Goodison Park.

El partido entro en una fase trepidante donde cada balón se luchaba al máximo y fruto de una de estas pugnas llegó la jugada desgraciada del partido. Rodallega controlaba el balón en tres cuartos de campo y recibía una dura entrada de Stracqualursi, otro de los cambios de Moyes. El colombiano, que aparte de la entrada pisó mal sobre el campo, tuvo que salir en camilla con un aparatoso artilugio de inmovilización que depara seguramente una larga estancia en el dique seco.

El partido languideció hasta los 99 minutos por el tiempo perdido en la atención médica a Rodallega y al borde del final llegó la sentencia local en una jugada que por típica no deja de sorprender a muchas zagas. Howard sacó con potencia desde portería, Velios prolongó el balón con la cabeza y Drenthe, entrando de segunda línea, definió con sangre fría cruzando el balón en el cara a cara ante Al-Habsi.

Finalmente un 3-1 engañoso que oculta un Everton que sufrió demasiado y a un Wigan que seguramente mereció más.

 

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Carles Maronda