El Everton finalmente logró derrotar a uno de los recién ascendidos, después de que el Queens Park Rangers ganara en Goodison en el primer partido de liga de los «toffees» y el Norwich City empatara la semana pasada. Los tres puntos permiten al Everton adelantar al Swansea en la zona media de la tabla. El gol de Osman en la segunda parte hizo justicia, después de que el Swansea planteara un sistema más defensivo de lo habitual y apenas lograra inquietar la portería rival a lo largo de todo el partido.

 

El planteamiento defensivo del Swansea casi logra su objetivo ante un equipo que sufre para transformar su dominio en goles. Durante muchos minutos, pareció que el partido no ofrecería una sola acción digna de mención, por no hablar de un gol. La especialidad del Swansea es la organización defensiva y el control del balón, mientras que el Everton ha demostrado su carencia de gol durante toda la temporada. Fue un choque de estilos, entre el juego combinativo del Swansea y los fulminantes ataques del Everton por medio de Royston Drenthe o Marouane Fellaini. El holandés, para sorpresa de propios y extraños, se está convirtiendo en uno de los jugadores más queridos en Goodison, y cada vez que recibe el balón provoca un murmullo en el estadio. Aunque para ser sinceros, su mejor acción en la primera parte fue una entrada sobre Wayne Routledge en su propia línea de fondo.

 

Cuando el primer acto tocaba a su fin llegaron por fin un par de ocasiones de los locales. Primero, Johnny Heitinga cabeceó fuera un centro de Tony Hibbert, y luego Drenthe envió un centro que Louis Saha cabeceó fuera por poco. Drenthe comenzó en la izquierda pero cambió a la derecha cuando Seamus Coleman tuvo que retirarse. Su sustituto, Magaye Gueye, debió haber inaugurado el marcador nada más entrar, pero desperdició un excelente pase de Leighton Baines que despejó el portero Michel Vorm. El segundo intento de Gueye se estrelló en el brazo de Ashley Williams, pero el colegiado no pitó nada.

 

El Everton controló la primera parte a su antojo pero fue el Swansea quién tuvo la primera ocasión de la segunda. Routledge disparó pero Baines bloqueó su intento y luego Steven Caulker llegó hasta el área de penalti, en una declaración de intenciones de cara al segundo acto.

 

Pero el Everton recuperó el control del partido casi inmediatamente y el gol no tardó en llegar. Osman superó al defensa del Swansea para cabecear un córner botado por Drenthe a la hora de juego. Fue un premio para Osman, uno de los jugadores más bajos sobre el césped, y para Drenthe, que provocó el córner.

 

Howard solo tuvo que intervenir tras un cabezazo de Danny Graham que fue a parar a sus manos. Drenthe dejó paso a Tim Cahill a 10 minutos del final y provocó la ovación cerrada de la grada. A falta de Arteta y con Rodwell cortejado por el Chelsea, Goodison parece haber encontrado su siguiente ídolo.