El Everton ha presentado las cuentas del ejercicio 2011-12, que muestran unas pérdidas netas de 9,1 millones de libras y un aumento de los sueldos hasta el 75% de la facturación.
Las pérdidas aumentaron aproximadamente en 4 millones de libras respecto a 2010-11 y la deuda global aumentó de 44,9 millones de libras hasta 46 a pesar de las ventas de Mikel Arteta, Yakubu Ayegbeni, Diniyar Bilyaletdinov, James Vaughan y Jermaine Beckford.
Nikica Jelavic y Darron Gibson fueron los únicos traspasos de Moyes en este ejercicio, mientras que Steven Pienaar y Landon Donovan jugaron cedidos. Se renovó a Marouane Fellaini, Tim Howard, Phil Neville y Ross Barkley.
Los salarios aumentaron de 58 millones de libras en 2010-11 hasta un récord de 63,4 este último año. Los salarios representan un alarmante 75% de la facturación, que cayó de 82 millones a 80,5 como resultado de que se seleccionaron cuatro partidos menos para su retransmisión por televisión, una disminución de la asistencia a Goodison y una caída en la venta de abonos.
El presidente del club, Bill Kenwright, fue claro: «La inexplicable falta de apoyo por parte de nuestros socios audiovisuales desembocó en que se redujeran los partidos seleccionados para televisión, mientras que la caída de la taquilla y de las ventas de abonos también afectaron a los resultados finales». Sin embargo, aseguró que esos tres factores han mejorado considerablemente esta temporada.
Kenwright reiteró su intención de vender el club: «Mi deseo de encontrar una persona o institución con capacidad financiera para hacernos crecer no ha disminuido».
Moyes reconoció hace poco que dispone de poco dinero para cerrar como mucho un par de cesiones en enero, a pesar de que el club está luchando por entrar en la Champions League.