El pasado 6 de noviembre, el galés Kenny Jackett celebró cinco años al frente del Millwall. La temporada pasada, los Lions finalizaron la temporada en una discreta 16ª posición. Lejos de despedirle, el emblemático presidente de la entidad, John Berylson, un exmarine de los Estados Unidos, optó por darle continuidad a Jackett.
El Millwall es el equipo más en forma de Inglaterra
La estabilidad ha dado sus frutos en muchos otros casos
La confianza de Berylson ha dado sus frutos. El Millwall es el equipo más en forma, no solo del Championship, sino de toda Inglaterra. La última derrota de los Lions data del 22 de septiembre. Desde entonces, el equipo de Jackiett suma siete victorias y cinco empates. Una racha que les ha conducido hasta los puestos de play-off de ascenso. Algo que parecía una utopía cuando Jackett asumió las riendas del club en League One.
La estabilidad ha dado sus frutos en el Millwall. Pero no es un caso único, ni mucho menos. Sir Alex Ferguson es el técnico más longevo de la Premier League y también el más exitoso. Doce títulos en Premier League en 26 años representa un ratio insuperable.
Arsène Wenger solo ha logrado tres títulos de liga en dieciséis años, pero nadie duda que el alsaciano ha situado a los Gunners entre los mayores clubes del mundo y su constante éxito en la Champions League, donde lleva 13 años consecutivos clasificando para la ronda eliminatoria, avala su gestión. Por no hablar de la desahogada posición financiera de la que gozan los Gunners. El día que se aplique hasta sus últimas consecuencias las normas sobre juego limpio financiero, el Arsenal se convertirá en una genuina potencia mundial.
David Moyes cumplirá el próximo marzo once años al frente del Everton. A pesar de estar sometido a unas férreas restricciones financieras, Moyes ha clasificado a los Toffees para jugar en Europa varias veces y este año es un firme candidato a los puestos de Champions League.
Cambiar de técnico es siempre un proceso traumático
Mancini cumple tres años en breve y los éxitos le avalan
Tony Pulis lleva seis años al frente del Stoke. En su segunda etapa con los Potters, Pulis ascendió al equipo y lo ha asentado en la Premier League. Su estilo tal vez sea rústico pero hace ya años que los Potters no entran en las quinielas de principio de temporada sobre qué equipos lucharán por no descender. Y la visita al Britannia está marcada en rojo en el calendario de muchos técnicos de la Premier League.
¿Por qué la estabilidad constituye un pilar fundamental para lograr éxitos? La respuesta radica en la situación inversa. Cambiar de técnico es siempre un salto al vacío. Para empezar, supone un gasto extraordinario, ya que hay que indemnizar al técnico saliente y contratar a uno nuevo, lo cual reduce el presupuesto para fichajes.
Para continuar, un técnico nuevo debe familiarizarse con el club: entablar una relación de confianza con el presidente, reorientar la política de fútbol base en coordinación con los actuales preparadores, conocer a sus jugadores para extraer el máximo partido y fichar otros de su confianza. Normalmente, los que se marcharán lo harán a precio de saldo (léase Darren Bent en Aston Villa con la llegada de Paul Lambert o media docena en el QPR con la de Harry Redknapp). El perdedor en todo este proceso es solo uno: el club.
A menudo, cuando se critica a Roberto Mancini por sus constantes cambios tácticos o sus alineaciones y se pide su despido, no se tiene en cuenta una cosa. El técnico que le sustituya necesitará meses de adaptación, el club gastará una fortuna en remodelar la plantilla a su gusto y, al final de temporada, nadie garantiza que se obtendrán resultados. Mancini ha fracasado en Europa, cierto. Pero ha logrado una Premier League y es favorito para lograr una segunda. El mes que viene cumplirá tres años al frente del City. ¿Casualidad? No lo creo.