Ilie Oleart

«El fichaje debía ser secreto»

Javier Hernández ha explicado por primera vez cómo uno de los secretos mejor guardados le ha llevado del fútbol mexicano a una final de la Champions League con el Manchester United.

 
Javier Hernández completará su extraordinaria primera temporada en Inglaterra siendo titular contra el Barcelona en Wembley, donde ambos equipos buscarán su cuarta Copa de Europa.
 
Hace trece meses, la llegada del mexicano por 6 millones de libras procedente de las Chivas de Guadalajara, solo horas después de la eliminación del United de la Champions League en cuartos de final ante el Bayern Munich, fue saludada por los aficionados con apatía e incredulidad.
 
Sin embargo, el fichaje de Hernández fue la culminación de una larga operación conducida con mucho secreto, hasta el punto de que sus familiares cercanos no tuvieron conocimiento de la misma hasta horas antes de anunciarse públicamente.
 
«Mi padre y yo sabíamos lo del United desde hacía dos o tres meses», explicó Hernández. «Fue muy duro guardar el secreto. Somos una gran familia. Estamos muy unidos y compartimos todo, pero no se lo dijimos a mis abuelos o mi madre, así que fue difícil».
 
«Cuando vinimos a Manchester para firmar, no se lo dijimos a toda la familia y amigos. La semana en que fiché era una semana libre, así que volamos hacia Atlanta y luego a Manchester, pero le dijimos a mi familia que nos quedamos en Atlanta para conocer la ciudad», explicó el «chicharito». «Una hora antes de hacerse público el fichaje, llamé a mi familia y amigos más cercanos desde Manchester para darles la sorpresa antes de que se produjera el anuncio del traspaso al Manchester United».
 
Según Hernández, «la primera vez que hablé con Jim Lawlor, el jefe de ojeadores, no creí que perteneciera al United. La primera vez que oí hablar del tema fue cuando mi padre me dijo que había alguien que quería habñar conmigo y me dio la tarjeta de Jim Lawlor con el escudo del United. Al principio no me lo creí, pensé que no era más que otro agente haciéndose pasar por representante de un gran club, algo que sucede en México. Pero mi padre me dijo que no, que realmente trabajaba para el Manchester United. Le dije que no me tomara el pelo pero cuando vi a mi padre llorar, supe que era verdad».
 
El éxito de Hernández es todavía más notable si consideramos que hace tres años estuvo a punto de abandonar a causa de su desilusión por la falta de progresos en Chivas. «El entrenador no me hacía jugar», recuerda. «Estaba frustrado, perdí la confianza y le pregunté a mi padre si debía seguir jugando». Según el mexicano, «probablemente si no fuera por mi familia, habría abandonado el fútbol».
 
Hernández admite que su ritual de rezar antes del partido, cuando se arrodilla en el centro del campo, es un gesto de agradecimiento por su decisión de continuar siendo futbolista, pero Ferguson atribuye el éxito del jugador a su dedicación y su determinación para mejorar.
 
«En el primer entrenamiento, me di cuenta de que tenía que ser más fuerte. No soy el más alto ni el más grande, así que necesitaba mejorar. Es por eso por lo que llego aquí pronto cada mañana, para trabajar duro, también me quedo después del entrenamiento», dijo.
 
«Cuando llegué, quería trabajar duro para poder jugar de vez en cuando, no sé, 10 minutos por partido. Ahora juego mucho y ganar la Premier League fue algo increíble».
 
Respecto a su apodo, no es fácil para los ingleses. Ferguson le llama Chico, en el uniforme se lee Chicharito, pero el fútbol inglés le sigue llamando por su apellido. «A veces me llaman Chicharito, a veces Chico», confiesa. «Mis compañeros se esfuerzan por llamarme por mi apodo porque es extraño, a veces me llaman Chich, Chico o Chicha. Mucha gente en el club me llama Chica o Chico. Mi familia me llama Javi y cuando están enfadados, Javier». No habrán sido muchas veces esta temporada.
 

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Ilie Oleart