No quedan dudas, la revelación de la temporada no es el Southampton. Es un West Ham que volvió a ganar en el fortín de Upton Park. Los de Sam Allardyce se llevaron los tres puntos ante un rival directo tras remontar el gol inicial de los de Garry Monk. Se ponen cuartos con 27 puntos y abren hueco con el Arsenal. Por su parte, el Swansea frenó su ascensión después de cinco partidos sin perder, quedándose octavos con 22 puntos.

 

Los espectadores que abarrotaron Boleyn Ground presenciaron mucho centrocampismo pero ninguna ocasión en los primeros compases del partido, siendo el West Ham el que intentó proponer algo más. Lo único reseñable fue el inexistente penalti que reclamaron los Hammers por manos dentro del área.

 

Poco a poco, el Swansea se fue achantando ante el creciente empuje local, dominando por completo el partido el West Ham. Una buena oportunidad en esos minutos fue la que remató Kevin Nolan desviado tras una buena internada de Cheikhou Kouyaté por la derecha. Un par de minutos después, otra doble ocasión Hammer puso a prueba la meta de Lukasz Fabianski, pero ni Nolan ni James Tomkins lograron perforar las redes Swans.

 

Y el que perdona lo paga. El 0-1 llegó en la primera ocasión para los de Garry Monk. Una maravillosa pared en la frontal entre Gylfi Sigurdsson y Jefferson Montero permitió al ecuatoriano asistir por bajo a Wilfried Bony para que este anotara a placer.

 

El gol no frenó al West Ham, que se recompuso rápidamente y cinco minutos después del tanto galés Enner Valencia trataba de poner el empate en el marcador con un disparo desde dentro del área pequeña que fue despejado a córner por la zaga visitante. La respuesta de los Swans corrió a cargo de Sigurdsson, que finalizó una gran jugada personal con un zapatazo que desvió como pudo Adrián San Miguel. El susto encorajinó a los de Gales, que paliaron el dominio del West Ham aglutinando la posesión. La intentona desde la frontal de Bony en el treinta y dos fue la mejor muestra de ello.

 

El partido se volvió un punto más frenético y ahora el que lo intentaba era Aaron Cresswell, marchándose su testarazo a las manos de Fabianski. Y el desenlace de la locura fue el gol que anotó Andy Carroll a su estilo, con un potente cabezazo en el segundo palo gracias al milimetrado centro desde la derecha de Carl Jenkinson. El gol cerró una buena primera parte de ambos equipos.

 

Los primeros quince minutos tras la reanudación siguieron el guión del inicio de partido, esto es, un West Ham dominador de la pelota que no terminaba de cercar la portería de Fabianski. Y volvió a ser Bony el que hiciera contener la respiración a la parroquia de Upton Park con un chut potentísimo al larguero tras un buen contraataque. La entrada de Diafra Sakho le dio más mordiente arriba a los locales. Fue precisamente un saque de esquina provocado por el exjugador del Metz el que daría pie al segundo tanto de la velada de Carroll tras otro remate de cabeza. El delantero inglés contó con la colaboración de Leon Britton, que acabó de empujar el balón cuando ya se colaba en la portería de Fabianski.

 

La debacle del Swansea se culminaba solo un minuto después del gol tras una indecisión defensiva que permitió a Sakho encarar a Fabianski. El portero intentó derribarle y fue expulsado por impedir una ocasión manifiesta de gol. Aunque una repetición posterior mostró una mano previa de Sakho en el control que, pese a haber sido desequilibrado por Ashley Williams, utilizó el brazo izquierdo para llevarse la pelota.

 

El gol dejó noqueado a los de Monk que, en desventaja y con uno menos, repelían como podían el vendaval ofensivo de los de casa. Diafra Sakho dispuso de una ocasión clamorosa cuando un fallo garrafal en el despeje de Williams dejó solo al menudo delantero Hammer pero en el mano a mano ante Gerhard Tremmel estrelló su derechazo en el poste.

 

Fue un electroshock el fallo de Sakho para el Swansea, que arremetió con ímpetu contra la portería de Adrián, con Bafetimbi Gomis y Sigurdsson a la cabeza. Fueron tres minutos intensísimos en los que el West Ham se defendió como gato panza arriba de las acometidas galesas. Pero los Swans no pudieron aguantar ese ritmo y una contra fugaz entre Carroll y Sakho fue finalizada con maestría por el senegalés para finiquitar el partido.

 

Incluso pudo aumentar la renta el West Ham en los compases finales pero Ki Sung-Yong sacó bajo palos un balón que se colaba tras un barullo originado en un saque de esquina. En el descuento pudo ser Sakho de nuevo el que marcara pero Tremmel desbarató la ofensiva por bajo. Fue el final a un partido que dispara al West Ham en la clasificación. ¿Le llegará el vértigo a los de Allardyce algún día o escucharemos la mítica sintonía de la Liga de Campeones en el Este de Londres?