El Fulham, con diez hombres, cayó por 1-0 ante el Wisla Cracovia en el Grupo K de la Europa League. Los jugadores de Martin Jol parecieron sentirse cómodos hasta que Moussa Dembele fue expulsado a los 29 minutos.

 

En una jugada aislada sin mayores connotaciones, Dembele fue golpeado en el tobillo por detrás por Gervasio Núñez e inmediatamente se giró para empujarle.

 

El centrocampista argentino hizo gala de sus mejores dotes teatrales y se lanzó al suelo tapándose la cara con las manos, a pesar de que fue empujado a la altura de los hombros. El árbitro Martin Hansson le mostró al internacional belga la tarjeta roja directa.

 

El Fulham quedó descolocado por la decisión y se defendió en su propio campo el resto de la primera parte. Lukasz Gargula y David Biton desperdiciaron sendas oportunidades de gol.

 

El comienzo de la segunda parte fue retrasado 13 minutos tras un apagón en la esquina sureste del estadio Miejski.

 

Orlando Sa fue sustituido por lesión por Pajtim Kasami y la noche de los «cottagers» fue todavía a peor a los 60 minutos, cuando David Biton recogió el balón en el centro del campo y deshizo el empate con un disparo imparable desde fuera del área.

 

El equipo local vio cómo Osman Chávez era expulsado a tres minutos del final tras ver la segunda tarjeta amarilla por una falta sobre Andrew. Sin embargo, ya era demasiado tarde para que el Fulham, que sigue en caída libre, fuera capaz de empatar.

 

El marcha triunfal del Stoke City hacia la siguiente fase de la Europa League continuó con una solvente victoria sobre el Maccabi por 3-0. Aunque su victoria sobre un rival francamente débil se vio opacada por dos expulsiones, incluyendo una de las más absurdas jamás vistas en el fútbol europeo.

 

Con Cameron Jerome ya fuera del campo tras ver una segunda amarilla por propinar un codazo a Yoav David Ziv, el lateral izquierdo del Maccabi decidió tomarse la justicia por su mano. Furioso después de que el árbitro asistente no levantara su bandera por una falta de Ryan Shotton, Ziv lanzó la bota que colgaba de su pie en dirección al asistente, golpeándole en la pierna.

 

Intentó convencer al árbitro griego de que fue un accidente pero la tarjeta roja directa que recibió fue tan predecible como el resultado del partido después de que Kenwyne Jones, Jerome y Ryan Shotton hubieran marcado en los primeros 32 minutos.

 

Maccabi nunca pudo hacer frente al ritmo del Stoke y en concreto su amenaza aérea. El primer gol fue un reflejo de ese peligro. Un largo saque de banda de Shotton rebotó antes de caerle a Jerome, cuyo cabezazo golpeó en el larguero. El delantero reaccionó rápidamente, cabeceando por segunda vez. El portero Guy Haimov intervino y Sherran Yeiny rechazó. Solo fue aplazar lo inevitable. Tras un córner de Dean Whitehead, Jones apareció libre de marca para cabecear a placer y batir a Haimov.

 

Otro balón parado permitió al Stoke marcar el 2-0. Esta vez fue una falta botada por Matthew Etherington desde la derecha que Jerome, corriendo hacia el área pequeña sin oposición,  remató solo ante Haimov.

 

El Maccabi estaba perdido y el tercero del Stoke no fue una sorpresa. Jerome se quedó solo después de que Marc Wilson no hiciera más que cabecear hacia delante el saque de puerta del portero Haimov. Jerome regateó al portero israelí y pasó a Shotton, que marcó el tercero.

 

Entonces llegó el momento de locura de Jerome. Ya con una amarilla, el exdelantero del Birmingham dejó ir su codo derecho a la cara de Ziv, obligando al árbitro a enseñarle la segunda amarilla.

 

El Maccabi se quedó con 10 a los 55 minutos por la expulsión de Ziv. Los «potters» estuvieron cerca de anotar el cuarto a los 61 minutos pero Jones cabeceó el centro de Shotton desde la derecha fuera por poco. Tuvo otra ocasión en la recta final pero disparó sobre Haimov cuando tenía todo a favor. Aunque para entonces, todo el mundo en el Britannia estaba ya pensando en el viaje del domingo al Emirates.