Álvaro Escalante

El Hull impone su oficio (1-0)

Victoria del Hull City en casa ante un West Ham que dominó en la segunda parte pero no pudo perforar la portería local. Robbie Brady marcó de penalti el único tanto del encuentro.

 

Premier League

Hull City 1
West Ham 0
Ficha técnica
1 – Hull City: McGregor; Rosenior, Faye, Davies, Figueroa; Elmohamady, Huddlestone, Livermore, Brady (Meyler, 80); Aluko (Boyd, 89), Graham (Sagbo, 71).
0 – West Ham United: Jaaskelainen; O’Brien, Tomkins, Reid, Rat; Diamé (Downing, 71), Nolan, Noble, Jarvis (Vaz Te, 71), Morrison; Maiga (Petric, 59).
Goles: 1-0, m.12: Brady.
El pitido inicial de Kevin Friend dio paso a un West Ham que salió con mucha fuerza para intentar tomar el dominio del marcador. Pero cual botella de gaseosa, el ímpetu hammer se frenó pronto y alrededor del minuto diez, los Tigers habían acaparado la posesión del cuero. En un envite local, un balón colgado desde la derecha acababa en un penalti rigurosísimo de Joey O’Brien sobre Robbie Brady. El defensor hammer toca a Brady, pero el contacto no parece lo suficiente para decretar la pena máxima que convirtió sin problemas el propio Brady en el minuto doce.
 
El equipo de Steve Bruce se conformaba con el gol y volvía a entregarle la manija del encuentro al West Ham, que quedó grogui unos minutos. Pero en el ecuador del periodo se reencontró y dispuso de varias ocasiones muy claras, como un disparo tras contragolpe de Modibo Maiga o un cabezazo desviado de Momo Diamé. La ocasión más clara vino de parte de James Tomkins en un córner, pero su testarazo lo sacó bajo palos Tom Huddlestone. Los jugadores visitantes pidieron penalti, pero la repetición aclaró que Huddlestone la salvó entre el pecho y el hombro.
 
Otra muy buena ocasión para los de Sam Allardyce se produjo tras una gran jugada en banda derecha de Diamé que acabó con una volea de Kevin Nolan que se marchó lamiendo el palo.
 
El Hull le vio las orejas al lobo, y se sacudió el dominio, primero con una falta lejana de Sone Aluko, rechazando el fuerte disparo Jussi Jaaskelainen, y después con una doble ocasión clamorosa desde la esquina. En primera instancia, un remate de Davies era repelido por Maiga cuando todo el KC Stadium gritaba “Yes” y, tras un segundo saque de esquina, el disparo de Ahmed Elmohamady encontraba la manopla de Jaaskelainen y el palo para frustrar el que hubiera sido el 2-0. El West Ham se aplacó tras el susto y frenó el ritmo del partido hasta el final de la primera parte.
 
Un inicio dubitativo de los Hammers en la segunda mitad estuvo a punto de costarles el partido prematuramente, puesto que a los dos minutos de la reanudación Aluko anotaba un tanto que sería invalidado correctamente por posición antirreglamentaria. El West Ham respondería con un disparo muy potente de Momo Diamé desde el perfil derecho, pero los Clarets & Blue no pasaban por su mejor momento en el partido, hecho que se refrendó con dos ocasiones muy claras para los rebautizados Hull City Tigers, una marrada por Danny Graham que continúa con su sempiterna sequía (no marca desde enero con el Swansea) y, en la segunda, solo el poste pudo evitar el gol de Elmohamady tras un disparo desde 25 metros.
 
Las dos sacudidas del Hull fueron como un electroshock para el West Ham, que recobró vida en los últimos veinte minutos del encuentro para intentar asaltar el KC. El dominio visitante se convirtió en abrumador, en un acoso y derribo inusual para un equipo de Allardyce, pero que los de Bruce supieron capear.
 
Una de las intentonas hammers tuvo que acabar en penalti, puesto que Davies tocó el balón con el codo, pero Friend consideró que la clara “zamorana” del zaguero no tuvo intencionalidad y decretó córner. Otra clara ocasión para el West Ham fue errada por Razvan Rat tras una gran combinación por la izquierda, pero la volea del rumano se marchó a las nubes.
 
Segundo tras segundo, el West Ham se desangraba. Pese a vivir en la línea de tres cuartos del Hull, no terminaba de conseguir la jugada que acabara perforando la meta de McGregor. Al borde del descuento, una chilena desesperada de Ricardo Vaz Te fue atajada por Allan McGregor en la que fue la última ocasión para el West Ham, debido a que el Hull se defendió a las mil maravillas y consiguió dormir el partido.
 
El partido murió cuando en un choque entre Rosenior y Vaz Te, los dos tuvieron que ser atendidos para cerrar sendas heridas en la cabeza de las que brotaba abundante sangre. No revistió gravedad para ninguno de los dos afortunadamente. Lo que sí comienza a revestir gravedad es el estado del West Ham, que no gana desde la primera jornada de liga, a mediados de agosto. Desde entonces, acumula dos empates y tres derrotas.
 

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Álvaro Escalante