¿Quién necesita a Fernando Torres y a Steven Gerrard teniendo a Luis Suárez? En las tres temporadas completas que jugaron juntos Torres y Gerrard, anotaron la nada despreciable suma de 92 goles. Eran los jugadores estrella, que, junto con Reina y Carraguer, eran los únicos imprescindibles. Los cuatro fantásticos. Sin embargo, el traspaso del español al Chelsea pareció acabar con toda esperanza por parte de los aficionados «reds» de ver a su equipo triunfar. Nada más lejos de la realidad.

 

El traspaso de Torres sí fue el final de un ciclo, pero también significó el inicio de otro. Y, dado el escaso éxito del ciclo pasado (0 títulos), quizá el de uno triunfal, liderado por el hombre fichado con parte del dinero recibido por Torres: Luis Suárez.

 

No contento con arrasar el Britannia este miércoles, el «huracán Suárez» hizo lo propio en The Hawthorns. 

 

Ya en el primer minuto, recibió un excelente pase de José Enrique, aunque no estuvo acertado en el control. Sin embargo, tan solo le hicieron falta seis minutos más para provocar el primer gol. Teniendo controlado el balón dentro del área, Jerome Thomas le hizo caer al suelo en una acción en la que el árbitro, Lee Mason, no vio nada. El que sí vio algo fue el juez de línea, que levantó el banderín. Mason, tres horas después de que la acción sucediera, señaló el punto de penalti. Charlie Adam fue el encargado de lanzar la pena máxima, poniendo el 1-0 en el marcador con un disparo raso y colocado.

 

El recital de Suárez siguió durante toda la primera mitad. Como viene siendo habitual, hizo todo bien, menos marcar, pero, después de haber provocado el penalti, regaló el segundo gol a Carroll justo antes del descanso. El uruguayo recibió un excelente balón de Adam en su banda, desde donde se la puso perfecta a Carroll, que definió bien ante Foster.

 

La segunda parte no hubo por donde agarrarla, puesto que ninguno de los dos equipos quiso jugar. El West Brom nunca estuvo cerca de una remontada, y el Liverpool se conformó con el 2-0; solo Suárez hizo todo lo posible por colocar un 3-0 que nunca llegó.

 

La derrota del West Brom sitúa a los de Roy Hogdson en la mediocridad. Los últimos meses de la pasada temporada crearon unas expectativas que, a menos que cambien mucho las cosas, no cumplirán.

 

Por otra parte, los de Dalglish han logrado mucho más que una victoria. Sin Gerrard y con un clásico 4-4-2, por fin funcionó el equipo desde el centro del campo para adelante. Lucas, Adam, Henderson y Downing hicieron un excelente trabajo en el medio, mientras Suárez y Carroll hicieron lo propio en la delantera.