Antonio Mateo

El imperio red contraataca (4-0)

El Everton cortocircuitó en un derbi menos igualado de lo que se adivinaba. Los reds anotaron cuatro goles que les mantienen en puestos de Champions League. Daniel Sturridge marcó un doblete pero erró un penalti.

 

Premier League

Liverpool 4
Everton 0
Ficha técnica
4 – Liverpool: Mignolet, Flanagan (Kelly, 73), Cissokho, Gerrard, Skrtel, Kolo Touré, Coutinho (Luis Alberto, 79), Henderson, Suárez, Sterling, Sturridge (Moses, 72).
0 – Everton: Howard, Stones, Baines, Barry, Jagielka, Alcaraz, Mirallas, McCarthy, Lukaku (Naismith, 25), Barkley (McGeady, 76), Pienaar (Osman, 45).
Goles: 1-0, m.21: Gerrard. 2-0, m.33: Sturridge. 3-0, m.35: Sturridge. 4-0, m.50: Suárez.
Regla número uno. Cuando eres un equipo grande y juegas en casa, no te está permitido contraatacar. Quizás no es la uno sino la siete, o la ocho, pero Brendan Rodgers se saltó una de las máximas del fútbol para hundir al Everton en el derbi de Merseyside. Un Everton que en principio llegaba con aspiraciones: en el recuerdo, el duelo del mes de noviembre, cuando una orgía de goles estuvo a punto de dar los tres puntos a los toffees.
 
Luego la realidad se encargó de desmentir las esperanzas de los hombres de Roberto Martínez. Cosido a tiros lejanos desde el primer momento, Tim Howard respondió con solvencia. Suárez, Gerrard, Suárez de nuevo. Un bombardeo constante desde fuera del área, hasta que Daniel Sturridge se vistió de pasador y encontró un resquicio en la zaga para colocar a Sterling sólo ante el portero. Falló el joven extremo, que la estrelló contra el guardameta, pero al Everton ni siquiera le dio tiempo a sacudirse el dominio y preguntarse qué estaba haciendo mal.
 
Tres minutos más tarde sirvió Suárez un córner directo a la cabeza de Steven Gerrard, y acto seguido Anfield se encontraba jaleando a su eterno capitán mientras éste celebraba fuera de sí su octavo tanto al Everton. Ya todo el mundo es consciente de que los momentos mágicos del ocho valen su peso en oro. Good old Steve. Cuando al mundo se le bajó la euforia reparó en que Romelu Lukaku yacía en el suelo y tenía que ser sustituido, y el minuto 21 acabó por ser determinante en el devenir del partido.
 
Un gol abajo, al Everton se le pinchó la burbuja y de repente no parece un equipo tan peligroso. Sin su ‘killer’ –que podría tener una rotura del ligamento del tobillo– y sin Bryan Oviedo, a los de Roberto Martínez les va a costar reengancharse al tren delantero de la liga.
 
Puso bastante de su parte Kevin Mirallas, que luchó cuando había esperanza y también cuando no, chocándose con la defensa y con su compatriota Mignolet. Y acabó desquiciado. Estaba en uno de esos arreones el Everton, dando signos de recuperar el color de cara, cuando en 5 minutos el Liverpool le abrió en canal. Ambas veces a cargo de Sturridge, que primero resolvió un mano a mano generado por Coutinho y después batió de vaselina a Howard en una definición complicada. A la contra, claro.
 
Salió el Everton de la caseta con cierto brío en la segunda parte, creyendo por momentos que aún podía tener algo que decir, pero apareció Luis Suárez a los cinco minutos para decir la suya. Era impensable que el uruguayo se marchara sin anotar y ampliar sus registros, y a partir de entonces los de azul sólo esperaron a que arreciara.
 
Sturridge pudo haber firmado el hat-trick antes de ser sustituido a veinte minutos del final. Primero marró un penalti y después una ocasión clara en la que tal vez pecó de egoísta. Ese sabor agridulce no le impidió, sin embargo, ser nombrado hombre del partido en la primera ocasión de la temporada en la que marca más de un gol.
 

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Antonio Mateo