El Norwich ha terminado esta tarde con la espectacular racha de resultados del Swansea en el Liberty Stadium. Hasta este sábado, como local, el conjunto galés era el equipo menos goleado, habiendo concedido tan solo siete tantos en toda la temporada; solo había cosechado una derrota, ante el Manchester United; llevaba seis partidos imbatido; y nunca había recibido más de dos goles en toda su historia en la Premier League (es decir, en la presente campaña). Estadísticas más que dignas para un recién ascendido. Desgraciadamente para los «swans», todas se han ido al traste esta tarde.

 

A pesar del resultado final, el encuentro no pudo empezar mejor para los galeses. Tan pronto como a los veinte minutos, se adelantaron gracias a un gran pase del hiperactivo Nathan Dyer y de un todavía mejor remate de Danny Graham. El gol vino acompañado del habitual dominio de posesión de un combinativo Swansea, pero no lograron aumentar la renta antes del descanso, en parte debido al excelente trabajo defensivo del Elliot Ward.

 

Sin embargo, en el descanso Grant Holt se arrancó la camiseta, se tiñó de verde y se transformó en el «increíble Holt». El fornido delantero inglés, de 30 años, solo necesitó 18 minutos para acabar con la resistencia galesa y situar un irreversible 1-3 en el electrónico. Holt fue autor del primer gol, mediante un cabezazo, Pilkington anotó el segundo y de nuevo Holt marcó el tercer gol de los «canaries», tras un contraataque de libro.

 

Con 1-3 y 25 minutos por jugar, el Swansea puso toda la carne en el asador. Gower, Routledge y Lita entraron al terreno de juego en detrimento de McEachran, que debutaba como titular, Sinclair y Dyer, tres hombres que no tuvieron su día. Pese a ello, el Swansea solo logró acortar distancias, cuando una torpeza de Holt, que agarró dentro del área al central Ashley Williams, supuso un penalti en contra para su equipo. Graham transformó la pena máxima, lo cual significó su décimo gol de la temporada, pero no alteró el signo del encuentro.

 

Así como para el Swansea esta derrota supone un golpe moral importante, dado su impresionante nivel mostrado como local, para el Norwich tiene el efecto inverso. El equipo de Paul Lambert, que alcanzó la Premier League tras dos ascensos consecutivos, es ya octavo en la tabla. No solo está más cerca de puestos europeos que del descenso, sino que se ha colocado a cuatro puntos de todo un Liverpool y a ocho de Arsenal y Chelsea, que son la frontera de cara a la Champions League. Todo un hito para un equipo que apenas ha invertido dinero en traspasos situado en una ciudad de 135.000 habitantes.