Ilie Oleart

¿El inicio de una nueva etapa o el principio del fin?

El despido de Roberto Mancini como técnico del Manchester City ha sido acogido con una mezcla de reacciones. El club considera que ya no puede llevar al club más allá, los aficionados han mostrado su rechazo y la prensa parece dividida. ¿Paso atrás o paso adelante para el club?

 
A tenor de la reacción en las redes sociales, Roberto Mancini es el archienemigo del fútbol, un malvado cuyo propósito es acabar nuestro estimado deporte mediante sus tácticas ultradefensivas, destructivas y poco estilizadas. Con el dinero puesto a su disposición y el infinito elenco de superestrellas de contrastado talento, debería haber conquistado la Champions League, la Premier League, el premio a la mejor película en el Festival de Cannes y un Emmy al mejor guión.
 
Por el contrario, los aficionados del club mostraron su rechazo al despido durante el partido contra el Reading del martes, coreando el nombre del italiano y mostrando una pancarta que daba las gracias al técnico por su trabajo durante estos más de tres años y medio al frente del equipo.
 
Los medios de comunicación, por su parte, se han alineado de un y otro lado en función de las filias y fobias personales de cada periodista, predominando aquellos que consideran que el despido no es del todo justo y que el técnico se ha hecho acreedor al menos a una temporada más en el banquillo del City of Manchester.
 
Deportivamente, los resultados avalan a Mancini. En sus tres temporadas al frente del equipo ha finalizado tercero (logrando la primera clasificación para la Champions de la historia del club), primero (primer título de liga en 44 años) y segundo (por encima de Arsenal, Spurs o Liverpool por tercera temporada consecutiva). A su rendimiento constante en liga, se suman dos finales de FA Cup, una ganada y otra perdida.
 
La principal crítica en la parcela deportiva hace referencia a la actuación del equipo en la Champions League. En su defensa hay que decir que, al tener una puntuación UEFA muy baja, el club no ha sido cabeza de serie en estas dos temporadas y los grupos en los que ha quedado encuadrado han sido temibles. En la primera temporada, quedó eliminado por un punto tras quedar por detrás de Bayern de Múnich (que acabaría siendo finalista) y Nápoles (que cayó en la prórroga ante el futuro campeón, Chelsea). La siguiente, su grupo incluyó tres campeones de liga, entre los que estaban el semifinalista Real Madrid y el finalista Borussia Dortmund.
 
 
A menudo se habla de la millonaria inversión del club. Para transformar un equipo de media tabla en un contendiente al título es necesaria una inversión cuantiosa. El primer año, la inversión neta fue de 116 millones de libras pero fue declinando las siguientes temporadas, hasta quedarse en 14 esta temporada, por debajo de Manchester United, Chelsea o Stoke. En las tres temporadas completas de Mancini, el Chelsea ha invertido más dinero en fichajes.
 
Quizás los aspectos más criticables de la gestión de Mancini son los que menos se han comentado. Delantero irascible en su época de jugador, ha concedido una oportunidad tras otra a algunos de sus jugadores más díscolos, incluyendo la reincorporación de Carlos Tévez tras meses de vacaciones en rebeldía en Argentina o las constantes salidas de tono de Mario Balotelli. En cambio, jugadores como Edin Dzeko, más introvertidos y respetuosos con la disciplina del club, solo han gozado de su respaldo en cuentagotas.
 
Las tres temporadas completas de Mancini en Manchester han estado plagadas de luces y sombras. Quedará siempre para la historia del club y del fútbol inglés el 1-6 cosechado en Old Trafford o el título de liga ganado en el descuento, aunque también algunos de los coloristas incidentes de Balotelli y la negativa de Tévez a calentar en Múnich. Aunque tal vez el balance sea suficientemente positivo como para haberse ganado una temporada más. Por desgracia para él, la llegada de Ferran Soriano y Txiki Begiristain al club y su apuesta por el 4-3-3 han acabado costándole el trabajo.
 

Sobre el autor

Ilie Oleart