Tan solo tres minutos tardó este fenomenal fenómeno meteorológico en abrir el marcador en el Etihad. Gran parte de los aficionados Citizens aún no se encontraban situados en sus localidades y su equipo ya había cometido el primer error descalificante. La terrible agresividad que imprimieron los Foxes durante los primeros compases del encuentro propició que tuvieran la primera oportunidad. No la desaprovecharían. Un balón parado botado por Riyad Mahrez encontraría la bota de Robert Huth que, tras haberle ganado la posición a Martín Demichelis y con la inestimable ayuda del muslo del argentino, podría por delante a los de Leicestershire.

 

La principal característica y por ende más dañina de un fenómeno meteorológico de tales magnitudes es que no se ve venir y el City no fue ninguna excepción. Durante los sucesivos minutos, los de Ranieri cedieron por completo el esférico a los locales, que no dispusieron de su primer remate entre los tres palos hasta el minuto 32. Formados como un auténtico muro de hormigón armado, no permitieron la entrada de ningún foráneo en sus dominios. El Etihad era suyo. Aguardando con paciencia, intentaban crear peligro, enviando misiles teledirigidos a Jaime Vardy que, con su punta de velocidad, causó más de un estrago en la maniatada zaga mancuniana. Joe Hart respondió.

 

La ausencia de Kevin de Bruyne ha supuesto un golpe demasiado duro para el conjunto de Pellegrini. La localización de Raheem Sterling en la parte central del campo no supuso ningún punto a favor para los suyos, que se disiparon junto con el tiempo de partido y se marcharon al vestuario con el marcador en contra. Tan solo un dudoso penalti a Pablo Zabaleta pudo haber revertido la situación, pero Anthony Taylor y sus asistentes no vieron pena máxima.

 

El inicio de la segunda mitad fue un fiel reflejo de la primera. El huracán volvió a azotar. Esta vez sería obra de Mahrez, el nuevo profeta de las Midlands inglesas. El tunecino realizaría una portentosa obra de arte para quebrar a la defensa rival y fusilar la portería de Joe Hart. Sencillamente espectacular.

 

Con el resultado y la Premier League de cara, al hoy por hoy favorito para hacerse con el título solo  le quedaba una tarea por desempeñar, aguantar el resultado y volver con los tres puntos a su feudo. Cambio por tanto de los protagonistas del encuentro. Danny Drinkwater y N’Golo Kante no permitieron el avance de las tropas Citizens y facilitaron el trabajo de sus compañeros de la zaga, que no cedieron ni un espacio, ni un balón aéreo.

 

En el minuto 60, llegaría la corroboración de que este, el Leicester City, es un equipo que puede ser campeón de la Premier League. Christian Fuchs desde el vértice izquierdo conectó con la testa de  Robert Huth que envió una sutil caricia a la escuadra de los Sky Blues. Era su segundo gol y tercero para su equipo.

 

Tras un ir y venir de despropósitos, Sergio Agüero conseguiría maquillar el resultado ante un Etihad ya vacío con un gol en fuera de juego a pocos minutos del final. El argentino, fue de lo poco que pudieron ofrecer los locales.

 

Esto se termina aquí. El partido, no la competición. Con todas las consecuencias, el Leicester es el líder de la Premier League y lo será hasta la semana siguiente al menos. Ya quedan menos jornadas, tiene muchos menos partidos que sus rivales directos. La incógnita se resolverá en los terrenos de juego. ¿Azotará el huracán Leicester los feudos británicos hasta el 15 de mayo?