Historias de resurgimientos en la liga inglesa hay muchas: de equipos, de jugadores y hasta de entrenadores. Pero, sin duda, una de las más resonantes en los últimos tiempos es la remontada del recién ascendido Leicester: los Foxes han logrado seis victorias en los últimos siete partidos, habiendo perdido solamente contra el Chelsea, que ya se coronó campeón. Los de Nigel Pearson (quien fue elegido el mejor entrenador del mes de abril) habían convertido sólo 15 goles en los primeros 23 partidos pero suman 17 en los últimos ocho. Cualquiera hubiera dado por muerto a este equipo -que puede ser el tercero en la historia de la Premier League que no desciende habiendo estado en el fondo de la tabla en Navidad-, que ahora está casi fuera de peligro.

 

El Southampton logró este año récord de puntos en una temporada pero sus últimas actuaciones opacaron un poco el fantástico arranque. Considerando esta derrota en el King Power Stadium suman sólo una victoria en los últimos seis partidos que disputaron. De todas formas, hay que tener en cuenta que los Saints tuvieron que desprenderse de casi todas sus figuras en los últimos dos años y, a pesar de eso, van camino a clasificarse a la Europa League (si terminan en el sexto puesto tienen su lugar asegurado y si terminan en el séptimo deberán esperar que el Arsenal derrote al Aston Villa en la final de la FA Cup).

 

La afición del Leicester concurrió al estadio para regocijarse con otra victoria de su equipo y así fue. Inesperadamente, en los primeros veinte minutos el partido ya estaba casi definido. El conjunto visitante manejó la pelota desde un principio y a lo largo de todo el encuentro pero no pudo encontrar profundidad gracias al buen planteo defensivo del equipo de Pearson. Los Foxes se mostraban indiferentes con respecto a la posesión de la pelota pero a los seis minutos ya se encontraron con un gran gol de Riyad Mahrez: doble enganche y gran definición desde fuera del área para colocar el balón lejos de la posición del arquero de los Saints, Paulo Gazzaniga, sustituto del lesionado Fraser Forster.

 

Antes de los veinte minutos, el equipo local liquidó el partido: en una mala salida del guardameta visitante generada por una buena presión alta del Leicester, Leonardo Ulloa habilitó al otro punta, Jamie Vardy, quien no desperdició la cesión y dejó solo a Mahrez. El argelino aprovechó la siesta de la defensa y no perdonó. El Southampton tuvo la mayor parte de la posesión en el partido pero no pudo convertirla en peligro, salvo algunas pocas ocasiones que se encontró con buenas respuestas del portero Kasper Schmeichel. Los Foxes fueron letales en ataque y aprovecharon las pocas situaciones que tuvieron para convertir. Hay que destacar la tarea y el sacrificio que realizan para disfrutar un año más en la Premier League: hasta los dos delanteros, Ulloa y Vardy, colaboran con la defensa y son los primeros en presionar.

 

El segundo tiempo transcurrió en la misma tónica pero ya casi sin ocasiones para ambos de mover el marcador. El conjunto visitante perdió la oportunidad de adelantar al Tottenham en la tabla en lo que parece una lucha por no clasificar a la Europa League. El Leicester está cerca de concretar una remontada histórica: en la próxima fecha visita al Sunderland y en la última recibe al Hull City, dos rivales directos. Parece muy difícil que no lo logre.