La novena jornada del Championship se completó este miércoles con dos partidos. En el primero de ellos, el Southampton cayó en Gales ante el Cardiff.
Los Saints se mantienen líderes del Championship pero pierden la ocasión de abrir brecha con sus perseguidores. Kenny Miller marcó los dos goles del Cardiff, los primeros desde su gol ante el West Ham en la primera jornada.
El delantero escocés, que llegó este verano del Bursaspor turco por 750.000 libras, se ganó el apodo «The King» por parte de los aficionados locales. Con esta victoria, los galeses llevan ocho partidos imbatidos y se colocan sextos a tres puntos de la cabeza. Sin embargo, el Cardiff sufre una carencia de cara a gol que Malky Mackay, el técnico, ha intentado paliar con la cesión de un delantero. Tras seis intentos, sigue sin conseguirlo. Afortunadamente para él, Miller llegó al rescate este miércoles.
El 1-0 llegó a los 55 minutos, producto de un despeje largo del portero galés, David Marshall, que sorprendió a los defensas centrales del Southampton y Miller fue el más atento para superar al portero y marcar solo. El segundo gol de Miller llegó ocho minutos después tras un pase de Aron Gunnarsson y un buen disparo del escocés.
Tras una primera parte aburrida, el partido se animó en la segunda. El Southampton tomó la iniciativa pero el delantero Ricky Lambert y sus escuderos David Connolly y Adam Lallana, con 14 goles entre los tres, no fueron capaces de marcar. Steve de Ridder, que entró como sustituto, puso el 2-1 en el tiempo añadido que ya no serviría de nada.
En el otro partido de la noche, el Leicester de Sven Goran-Eriksson no pasó del empate sin goles ante el Middlesbrough. El partido fue francamente malo y el Boro perdió la ocasión de aprovechar el tropiezo del Southampton para colocarse líder. Por segunda vez consecutiva, no fueron capaces de marcar en casa y se tuvieron que conformar con escalar a la segunda plaza.
El City, por su parte, sigue imbatido como visitante esta temporada, gracias básicamente al centrocampista Michael Johnson, cedido por el Manchester City, y al capitán Matt Mills (fichado este verano por 5 millones de libras), el jefe de la defensa. Entre ambos se bastaron para abortar los intentos ofensivos de sus rivales.
