El técnico del Liverpool, Kenny Dalglish, dijo ayer que «estamos encantados con el trabajo realizado» y confirmó que los propietarios del Liverpool, Fenway Sports Group no están dispuestos a pagar más de 30 millones de libras anuales en salarios.
“La llegada de nuevos fichajes dependerá de la salida de algunos», dijo Dalglish. El director deportivo, Damien Comolli, está intentando encontrar compradores para Brad Jones, Christian Poulsen, Sotirios Kyrgiakos, Philipp Degen, Nabil El Zhar, Milan Jovanovic y el argentino Emiliano Insúa.
Los casos de Joe Cole (que cobra 90.000 libras semanales y se niega a fichar por un club menor, por lo que está condenado a seguir en Anfield) y Alberto Aquilani, respaldados públicamente por el dueño John Henry en Twitter la semana pasada, son más complicados.
El Liverpool también está dispuesto a escuchar ofertas por el centrocampista portugués Raul Meireles, aunque el club no quiere perder dinero con el jugador, que costó 11,7 millones de libras el verano pasado.
Una vez que el equipo suelte lastre, Dalglish comenzará a reforzar su línea defensiva. El Liverpool sigue sin un lateral izquierdo natural y lleva tiempo detrás del español José Enrique, del Newcastle. Por otro lado, el uruguayo Diego Godín, defensa central de 25 años del Atlético de Madrid, es el candidato número uno a acompañar a Jamie Carragher, Martin Skrtel y Daniel Agger en el puesto de defensa central.
Aunque el uruguayo fichó por el Atlético la temporada pasada por 6,6 millones de libras, parece que el club colchonero lo dejaría marchar por el doble de esa cantidad.
Sólido, rápido y agresivo como suelen ser la mayoría de centrales sudamericanos cuando la situación lo requiere, Godín es una pieza fundamental de la selección uruguaya y Dalglish espera que su amistad con Luis Suárez sea crucial para rechazar el interés de Chelsea, Milán y Juventus por el jugador. Una fuente cercana a Godín confirmó ayer que el jugador estaría dispuesto a fichar por el club de Anfield.