Carling Cup
Chelsea | 0 |
---|---|
Liverpool | 2 |
Ficha técnica |
---|
0 – Chelsea: Turnbull; Bosingwa, David Luiz, Alex, Bertrand; Romeu, McEachran (Ramires, 41), Malouda (Mata, 64), Lampard; Torres, Lukaku (Anelka, 64). |
2 – Liverpool: José Reina, Kelly, Carragher, Coates, José Enrique; Lucas Leiva (Adam, 70), Spearing, Jordan Henderson, Maxi (Skrtel, 90), Bellamy (Kuyt, 79); Carroll. |
Goles: 0-1, m.58: Maxi. 0-2, m.63: Kelly. |
Un famoso político francés, Georges Clemenceau, afirmó que «el hombre absurdo es el que no cambia nunca». Probablemente, si levantara la cabeza (murió en noviembre, pero de 1929), no dudaría en calificar de «hombre absurdo» a David Luiz. Y es que el central brasileño no ha cambiado ni un ápice su desordenado estilo de juego desde que aterrizó en Stamford Bridge en enero de este año.
David Luiz es el hombre que mejor personifica al Chelsea de esta temporada, un equipo donde priman las individualidades y pocos tienen clara su función en el campo. Este caos táctico se ha vuelto a poner de relieve ante el Liverpool esta tarde-noche en los cuartos de final de la Carling Cup.
De entrada, David Luiz, calificado por Gary Neville como «un jugador de Playstation manejado por un niño de diez años», tardó poco más de dos minutos en internarse en el área rival. Uno podría pensar que fue efecto de la adrenalina inicial, pero cuando una acción se repite tres veces en veinte minutos, deja de ser esporádica para transformarse en habitual.
A David Luiz tampoco le ayudó Alex, su compañero en el corazón de la defensa en el día de hoy. Alex es otro que confundió su labor en el terreno de juego. A los veinte minutos, pensó que era portero en vez de defensa central y, tras un centro de José Enrique desde la izquierda en dirección a Andy Carroll, estiró su brazo y despejó el balón con la mano. Tras algunas dudas, Phil Dowd pitó penalti a favor del Liverpool.
Ross Turnbull detuvo el penalti, que lanzó Carroll con potencia pero por el centro. A pesar de ese error, el delantero de los «reds» mostró hoy su mejor cara y fue un incordio constante para los centrales de los «blues».
Con el empate a cero se llegó al descanso. Ya en la segunda parte, Jordan Henderson puso un excelente pase en profundidad para Bellamy, aprovechando la falta de entendimiento entre David Luiz y el joven Ryan Bertrand. Bellamy, que no jugó el domingo por la muerte de su amigo Gary Speed, puso un pase en bandeja a Maxi Rodríguez, que marcó a placer el 0-1.
Pero el cénit del desastre defensivo del Chelsea todavía estaba por llegar. Cinco minutos después del gol de Maxi, el lateral Martin Kelly remató totalmente libre de marca desde dentro del área pequeña un centro medido de Craig Bellamy.
Con 0-2 en contra, al Chelsea sacó a todo su arsenal. Entraron Anelka y Mata por Malouda y Lukaku, para ver si junto con Torres podían recortar distancias. Pero el Chelsea se mostró totalmente inoperante en ataque. Parece increíble decir esto de un equipo plagado de estrellas, pero el Chelsea echó de menos a Daniel Sturridge. Y la presión sobre el técnico de los «blues», André Villas-Boas, sigue aumentando.
En el otro extremo se encuentra el Liverpool de Dalglish. «King Kenny» se quejó hace dos semanas por el calendario, que le había deparado tres partidos en nueve días, durante los cuales tenía que enfrentarse dos veces al Chelsea en Stamford Bridge y al Manchester City en Anfield. No le ha ido mal al equipo de Dalglish, que ha salido victorioso de Stamford Bridge en ambas ocasiones y empató ante el líder de la Premier League.
Además de los resultados, las sensaciones que transmite este Liverpool son cada vez mejores. En defensa, Martin Kelly, Carragher y el uruguayo Sebastián Coates han demostrado estar a la altura de los teóricos titulares Glen Johnson, Skrtel y Agger. Mención especial merece el español José Enrique, que lejos de acusar el cansancio acumulado, ha protagonizado una excelente actuación. En ataque, Bellamy y Maxi fueron un peligro constante para la defensa rival.
La única mala noticia de la noche para el Liverpool fue la lesión de Lucas Leiva, que se lastimó la rodilla y tuvo que ser retirado en camilla del terreno de juego. Una baja sensible para Dalglish, a tenor del magnífico rendimiento que había ofrecido el brasileño en este inicio de temporada.