Pasará mucho tiempo hasta que la afición del Arsenal consiga olvidar la pesadilla que han vivido hoy en Old Trafford, igual que los seguidores de los «red devils» saborearán durante años la hazaña conseguida. Poca gente esperaba que los «gunners»se llevasen algún punto de Manchester, pero tampoco era previsible que la derrota sería tan humillante como finalmente ha sido. No exageramos si decimos que si el partido hubiera durado diez minutos más, el Arsenal podría haber encajado una decena. Aunque también hay que dar al Manchester United lo que es suyo: un equipo rápido, vertical, con calidad para combinar y, lo más destacable, joven.
Ferguson salió con una defensa de veinteañeros en la que formaron Jones, Smalling y Evans, pero pareció que fueran tan veteranos como el lateral que completó la zaga, Patrice Evra. También alinéo a Cleverley y Anderson en la zona de máquinas, mostrando que este United es un equipo con recorrido, que tiene años de fútbol por delante. Wenger, por su parte, volvió a incluir a a Jenkinson en la defensa y colocó a Djorou en el eje acompañando a Koscielny. El técnico alsaciano sorprendió con la entrada del joven francés Francis Coquelin. Si analizamos jugador por jugador los dos equipos nos damos cuenta que el Arsenal a dia de hoy, vive del aire, mientras que los «red devils» tiene una forma de trabajar que les traerá muchos alegrías en los años próximos.
La resisitencia del Arsenal duró 22 minutos, que fue el tiempo que Anderson tardó en encontrar a la sensación de este inicio de temporada, Danny Welbeck. El joven delantero dejó en evidencia que Djorou es un centrocampista reciclado en central y puso el 1-0 en el marcador. Welbeck se marcharía lesionado poco después, siendo sustituido por «chicharito» Hernández. El joven inglés podría ser baja entre cuatro y cinco semanas. Igual de este modo Berbatov dispone de algún minuto porque hoy quedó demostrado que actualmente es el cuarto delantero de la plantilla.
Aún después de este gol, el Arsenal tuvo la oportunidad para reponerse y pudo empatar un partido que quizás con 1-1 hubiese cambiado mucho y los «gunners» no recordarían como uno de los peores momentos de su historia. Pero desperdició la oportunidad. Howard Webb, la calva más brillante de las islas británicas, decretó penalti de Evans sobre Walcott, pero De Gea leyó las intenciones de Van Persie e impidió el gol del holandés. Poco podían imaginar que perdonar ese penalti les costaría tan caro. Solo pasó un minuto hasta que Young, con un excelente disparo, que dejó sin opciones a Szczesny, puso el 2-0.
En el minuto 41 empezó el festival Wayne Rooney, marcando el primero de sus tres goles e iniciando la que, por números y juego, puede ser una de las actuaciones más memorables de su carrera profesional. Ejecutó fantásticamente un tiro de falta y puso el 3-0 en el electrónico. El Arsenal, poco después, alimentó las esperanzas de remontada antes del descanso y dejaba la segunda parte algo más abierta con un gol de Theo Walcott que sorprendió por debajo de las piernas a David De Gea.
Los primeros minutos de la segunda parte fueron la única fase del partido donde se atisbó al Arsenal que recordamos. El United dio un pasito atrás y los de Wenger pudieron, por pirmera vez en todo el choque, combinar con fluidez. Pero en el mintuo 64 todo se acabó. Rooney cogió el balon para lanzar un tiro libre desde la frontal, y con un disparo al palo de Szczesny que aunó calidad e inteligencia, puso el 4-1. Después de este gol vino la peor imagen que a dado el Arsenal en un terreno de juego desde hace tiempo. Los «gunners» bailaron al son que quisieron los locales y su defensa mostró las carencias que tiempo atrás se iban intuyendo.
Rooney no se detuvo ahí. Abrió su faceta de asistente y puso en bandeja un balón a Nani aprovechando el desorden defensivo que la zaga del Arsenal estaba mostrando. EL portugués resolvió con clase, picando el balón por encima de Szczesny.
Con este resultado, Ferguson no se detuvo. Dio entrada a Park-Ji Sun y a Giggs demostrando que aún queria regalarle más goles a su afición. El propio Park fue el encargado de transformar el 6-1 al soltar un disparo raso desde dentro del área que entró pegado al palo.
Van Persie maquilló el resultado en el mintuo 72 entrando al segundo palo y rematando con el interior un centro al fondo de la red de David De Gea. El gol podría haber acabado con las ansias goleadoras del United, pero no fue así. Los jugadores de Ferguson querían más. Walcott hizo un penalti infantil fruto de la desesperación y Rooney lo transformo para poner el 7-2 y el tercer tanto en su cuenta particular.
Llegamos al descuento y cuando los seguidores del Arsenal solo deseaban que Webb emitiera los tres silbidos necesarios para cerrar este mal trago, tuvieron que ver como Young con un genial disparo desde la esquina del área, colaba el balón por la escuadra y ponía el definitivo, humillante e histórico 8-2 en el marcador.
Antes del partido de esta tarde, poca consideraba al Arsenal como un candidato al título. Después de lo que hemos visto hoy, podemos estar delante del fin de una era en el club de Londres. El United por su parte, se encara con el City ya desde la tercera jornada, en una carrera de fondo que promete depararnos grandes momentos esta temporada. Hoy no infringió solo dolor al Arsenal de Wenger, sinó que también sembró el temor a sus vecinos, mostrandoles de lo que son capaces.
Manchester United: David De Gea, Chris Smalling, Patrice Evra, Jonny Evans, Phil Jones, Anderson (68′ Ryan Giggs), Ashley Young, Nani (68′ Park Ji-Sung), Tom Cleverley, Wayne Rooney, Danny Welbeck (36′ Javier Hernández)
Arsenal: Wojciech Szczesny, Armand Traore, Laurent Koscielny, Carl Jenkinson, Johan Djourou, Andrey Arshavin, Francis Coquelin (62′ Alex Oxlade-Chamberlain), Theo Walcott (84′ Henri Lansbury), Tomas Rosicky, Aaron Ramsey, Robin van Persie (84′ Marouane Chamakh)
Goles: Wellbeck (22′), Young (28′), Rooney (41′), Walcott (48′), Rooney (64′), Nani (67′), Park Ji-Sung (70′), Van Persie (74′), Rooney (P) (82′), Young (91′)