Carles Maronda

El Manchester United se coloca colíder (2-0)

Con dos goles de penalti marcados por Javier Hernández y Berbatov, el United se llevó su partido frente al Stoke. Esa victoria, sumada al pinchazo del Manchester City en Goodison Park, le permite colocarse colíder de la competición. Los mejores para los locales fueron Scholes y Valencia. El Stoke nunca llegó a inquietar a su rival.

 

Premier League

Manchester Utd. 2
Stoke City 0
Ficha técnica
2 – Manchester United: Ben Amos, Jonny Evans, Patrice Evra, Rio Ferdinand, Chris Smalling, Antonio Valencia, Michael Carrick, Park Ji-Sung, Paul Scholes, Dimitar Berbatov, Javier Hernández (Paul Pogba, 73)
0 – Stoke City: Thomas Sørensen, Andy Wilkinson, Ryan Shawcross, Marc Wilson, Robert Huth, Jermaine Pennant, Dean Whitehead, Wilson Palacios (Rory Delap, 75), Kenwyne Jones, Jonathan Walters (Ricardo Fuller, 75), Peter Crouch (Cameron Jerome, 57)
Goles: 1-0, m.38: Hernández (p.). 2-0, m.53: Berbatov (p.)
Poco a poco, sin darse demasiada prisa, pero aprovechando a la perfección los tropiezos ajenos, el Manchester United ha ido poniendo cerco a la ventaja que le sacaba el Manchester City hasta este martes, en que ha logrado igualarse en la cima de la clasificación.
 
No parecía quizás la fecha más oportuna para hacerlo, con el United recibiendo al siempre correoso Stoke, pero dos penaltis sirvieron a los “red devils” para llevarse el partido y comprobar satisfactoriamente como tras la derrota del City en Goodison Park frente al Everton, ambos conjuntos se encuentran al final de la vigésimotercera jornada empatados a 54 puntos.
 
Pese a lo importante de la victoria, el partido no brilló por su calidad. El Stoke, un equipo capaz de asustar a cualquier conjunto en el Britannia, deambuló por Old Trafford sin convencerse jamás de poder sacar algo de provecho.
 
El momento más destacable del partido fue la confirmación del resultado en Goodison Park, lo que desató la locura general en las gradas. A día de hoy los puntos son lo que cuentan y mientras el United sigue en busca del buen juego, seguro que hacerlo desde la posición privilegiada de la tabla le ayudará a encontrarlo.
 
La novedad más destacable del equipo de Ferguson se encontraba en la siempre debatida portería. Con De Gea enfermo y Lindergaard lesionado, el técnico escocés dio la alternativa a Ben Amos, de 21 años. El joven consiguió dejar su portería a cero durante los noventa minutos. No es que delante tuviese al equipo más ofensivo del mundo, pero viendo las criticas que han sido volcadas desde inicio de curso sobre el recién llegado De Gea, no haber recibido ningún tanto en contra supone un éxito.
 
Jon Walters y Kenwyne Jones, conscientes de la candidez del joven guardameta del United, probaron suerte desde larga distancia intentando que los nervios del debutante les echasen una mano, pero ninguno de los dos vio puerta.
 
Mención aparte merece Paul Scholes. Cojan a alguien que desconozca totalmente al Manchester United y pónganle a ver el partido. No tardará en decirles que el pequeño pecoso pelirrojo del centro del campo es el jefe de la banda. Luego cuéntenle que estaba retirado y que volvió solo hace un mes. Nos hemos pasado meses pidiendo un «playmaker» para el United, y aunque parezca un parche momentáneo, Ferguson lo ha encontrado.
 
También destacar a Antonio Valencia, que ha recuperado su nivel anterior a su lesión. Se hace fuerte en la banda derecha, pelea, correa, centra y crea peligro. Si corrige la irregularidad puede hacerse más importante aún en Old Trafford. Justamente el ecuatoriano, en una de sus internadas, apunto estuvo de adelantar al United.
 
Los locales fueron durmiendo lentamente al Stoke hasta que a ocho minutos del descanso llegó el primer penalti. Scholes filtró un pase para Park, que se introdujo en el área. Antes de que pudiera disparar, Pennant intentó arrebatarle el esférico pero también tocó el pie del coreano. El colegiado señaló la pena máxima y Javier Hernández no falló.
 
Si con el 1-0 el partido ya parecía sentenciado por el pobre bagaje ofensivo del Stoke, el United acabó de matar el partido a los pocos minutos de la reanudación.
 
Walters estuvo poco listo y agarró del brazo a Valencia en una de sus internadas. El ecuatoriano podría haber seguido jugando y nadie hubiese dicho nada, pero cuando Valencia se dejó caer, el árbitro se vio obligado a señalar la pena máxima por el poco disimulo del zaguero visitante. Esta vez le tocó a Berbatov ejecutar la pena máxima. El búlgaro subió el 2-0 en el electrónico.
 
Con este resultado, partido sentenciado. Cameron Jerome intentó algún acto de rebeldía ofensiva pero nunca creó verdadero peligro. El United se reservó pensando que ahora empieza una nueva liga. Una nueva Premier reducida de 15 jornadas y dos participantes. Más que nunca se juega un mano a mano en Manchester. El campeonato esta al rojo vivo.
 

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Carles Maronda