El fichaje de Fernando Torres por el Chelsea y el de Andy Carroll por el Liverpool la pasada temporada han hecho que se esperara mucho del mercado invernal de este año, por lo que no sorprende que las expectativas no se cumplieran. Sin embargo, el mercado invernal ha podido salvar a algún club del descenso, como es el caso del Fulham. Los «cottagers» ficharon al delantero ruso Pavel Pogrebnyak, que llegó a Londres con la difícil misión de sustituir a Bobby Zamora y Andy Johnson, dos jugadores que supuestamente han tenido problemas con su técnico, Martin Jol. De hecho, el primero ya no está en el club. A pesar de la dificultad de la tarea, el ruso no pudo tener un mejor estreno y se erigió en el mejor de su equipo.

 

A Pogrebnyak tan solo le hicieron falta 16 minutos para darse a conocer entre los aficionados que acudieron a Craven Cottage. El ruso envió el balón a la escuadra de la portería defendida por Sorensen, que nada pudo hacer ante semejante disparo.

 

No contento con el 1-0, el Fulham siguió buscando la portería rival. La encontró Clint Dempsey, pero su espectacular zambombazo se estrelló contra el larguero, aunque rebotó en Sorensen y acabó en el fondo de la red del Stoke. Una carambola que dejaba el partido prácticamente sentenciado antes de la media hora.

 

Con 2-0, el Fulham siguió manejando el partido a su antojo, solo viéndose acechado en las jugadas a balón parado. Precisamente así fue cómo los «potters» acortaron distancias a diez minutos del final, cuando un córner lanzado por Pennant fue rematado de forma impecable por Shawcross. Sin embargo, a pesar del gol, no lograron evitar la derrota, que vuelve a demostrar lo complicado que le resulta al Stoke City cosechar puntos fuera de casa.

 

Por su parte, esta victoria supone un auténtico bálsamo para el Fulham. Además del descubrimiento de Pogrebnyak, los tres puntos logrados sitúan a los de Martin Jol en una cómoda duodécima plaza, a nueve puntos del descenso. Lo que a parecía una temporada para sufrir puede convertirse en una temporada para disfrutar de jugar como lo han hecho esta tarde los «cottagers».